* Coordinador de la GMAS asegura que las comunidades serán abastecidas entre lunes y martes
María Elena Moreno
memlaverdad@gmail.com
Aproximadamente 15 días en espera se han mantenido habitantes de varios sectores de las parroquias Maiquetía, Catia la Mar, Macuto, entre otras, a quienes todavía no les llega el suministro de las cajas mexicanas pese a haber tomado numerosas acciones de calle.
Incluso ayer en horas de la mañana explotó otra protesta en la parroquia Caruao, donde trancaron la vía principal con palos y demás implementos por el mismo motivo. Extendieron su protesta por poco más de una hora, pero tampoco tuvieron respuesta.
El coordinador de la Gran Misión Abastecimiento Soberano (GMAS) y jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral en Vargas (ZODI), Jacinto Cabello, informa que las embarcaciones con los alimentos ya se encuentran en aguas nacionales, precisamente en el Oriente del país, por lo que se espera que entre lunes y martes arranquen los despachos.
“Estamos vigilantes con ese tema, con la GMAS logramos el desembarque en máximo 48 horas, lo que representa un récord internacional. La mercancía llegará a Puerto Cabello y al Puerto de La Guaira”.
Resalta que no todo lo que llega a puerto varguense es para el estado, ya que “las cajas son enviadas en gran parte a Caracas para su posterior distribución a todo el territorio nacional. Pero Vargas siempre está atendida”.
Mientras tanto comen mango
Con lágrimas en los ojos y la mirada llena de indignación, los afectados manifiestan cómo han hecho para “sobrevivir” sin comida en la nevera. Insisten en que al estómago no le pueden decir, cuando ruge, que espere unos días más.
Félix Curvelo señala que desde hace varios días su dieta se ha basado en el mango porque “llena y es bien barato. Eso de comer tres veces al día quedó en el pasado, nos la mantenemos esperando la bolsa y resolviendo”.
Para Alexis González la falta de producción nacional es la causante del “hambre que hay en el pueblo, al que tienen engañado. Todo está caro en los supermercados, por lo que uno se medio ayuda con la caja, pero nunca llega”.
Maira Sáenz asegura que a punta de verduras se resuelve en su hogar, donde pagar hasta Bs. 7.000 por un kilo de arroz a los bachaqueros es poco rentable. “Soy diabética y no puedo andar comiendo pasta, que es lo que más se consigue en los supermercados. Lamentablemente no puedo seguir la dieta que, por mi salud, debo llevar”.
En situación similar está Salomé Vílchez, jubilada e incapacitada de 76 años, quien debe lidiar con preocupaciones como “comprar medicinas que necesito o aguantar el dolor para gastar los reales en la bolsa. Uno agarra la pensión y la gasta, ya no me queda nada de lo que cobré, no creo que sean pacientes y me aguanten la caja un mes”.
Niños están malnutridos
Entre los más afectados destacan los niños que reciben una mala alimentación, lo que genera enojo en los padres quienes, como Marlene Mora, han debido ajustarles la rutina para que no se desmayen del hambre.
“No puedo mandar a mi niño al colegio porque no tengo comida para darle. Con hambre y dolor de barriga el cerebro no piensa. Sería forzarlo”, manifiesta. Además, indica que en su comunidad, Los Hornitos en Catia la Mar, este patrón se ha vuelto común.
Nohely Peralta rechaza que se les siga “peloteando mientras la gente tiene hambre y está cansada de esperar. Ya nos estamos cansando de tener que resolver y comernos casi las uñas”.
Autoridades civiles se reúnen con los CLAP
Para calmar las aguas y mantener a las comunidades informadas sobre la distribución de alimentos, el por qué en los retrasos de los despachos y demás en algunas parroquias del estado las autoridades civiles llevan a cabo asambleas con los CLAP.
Nayadé Pérez, jefa civil de Catia la Mar, parroquia donde la entrega de las cajas tiene 12 días retrasado, afirma que “el Gobernador hace todo lo posible para garantizar la alimentación del pueblo. Estamos a la espera de que llegue el barco para que sea descargado y despachadas las cajas inmediatamente como siempre ha sido”.
Detalla que el trabajo con las comunidades es diario e insta a los varguenses a no cerrar las calles porque no es el mecanismo para que la comida llegue. “Queremos que la gente entienda que estamos en medio de una guerra no convencional orquestada por la derecha”.
Agrega que “hay que tener un poco de paciencia porque el Estado sí está garantizando la comida barata con una caja de Bs. 10 mil que trae 36 productos; con esa cantidad no se compran sino un par de artículos en la red privada, donde un arroz cuesta hasta Bs. 6.000”./yg