En el marco de la 51º asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se realizó telemáticamente, el organismo hemisférico hizo designaciones para la composición de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que serán válidos para el período 2022-2027.
Entre los nuevos miembros destacan tres mujeres: la exministra chilena Patricia Pérez Goldberg, la abogada argentina Verónica Gómez y su colega costarricense Nancy Hernández. Además fue designado el brasileño Rodrigo Bittencourt Mudrovitsch.
Luis Almagro tuvo palabras de agradecimiento para la jueza saliente, Elizabeth Odio Benito, quien presentó su último informe de gestión y agradeció a los jueces Pazmiño Freire, Zaffaroni y Vio Grossi, colegas que “sirvieron de una manera decidida y comprometida”.
“Mostraron siempre una total independencia e imparcialidad a la hora de tomar sus decisiones y un gran compromiso en la defensa y promoción de los derechos humanos”, dijo la magistrada saliente.
Verónica Gómez obtuvo una maestría en derecho internacional en la Universidad de Nottingham, Reino Unido, y actualmente dirige el Centro Internacional de Estudios Políticos de la Universidad Nacional de San Martín.
El brasileño Bittencourt Mudrovitsch actualmente ejerce la función de secretario general de la Comisión de Juristas creada para la elaboración del anteproyecto que sistematiza y moderniza las normas del proceso constitucional en su país.
Por su parte, el abogado colombiano Carlos Bernal Pulido fue elegido como comisionado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos período 2022-2025, con 21 votos a favor, y fue juez de la Corte Constitucional de su país.
Hernández es una jurista que ha ocupado cargos relacionados con la defensa y promoción de los derechos humanos y fue postulada por el gobierno de Costa Rica a inicios de este año, cuando se anunció el retiro de la jueza costarricense Elizabeth Odio.
Por Venezuela, la representación estuvo a cargo de los delegados designados por Juan Guaidó, Gustavo Tarre Briceño como embajador ante el organismo y Julio Borges, quien funge como canciller desde Bogotá.