Hace un mes y medio que no llega el agua a la parte baja de Monterrey, mientras que la parte media no recibe el vital líquido desde hace mucho tiempo. Sus habitantes subsisten comprando cisternas en 10 dólares y botellones, gastando más dinero del que tienen.
Otros deben montarse al hombro garrafones para poder cumplir con los quehaceres del hogar y preparar los alimentos. “El agua llega hasta cierto límite, y no es ni siquiera la mitad del barrio. Todas las personas de arriba bajan a ver quién le permite pegar alguna manguera para llenar sus bidones”, expresó Jhoalis Rodriguez.
La sequía es muy grave y la han denunciado muchas veces, pero siguen sin obtener respuestas. “Hacemos un llamado a las autoridades, a Hidrocapital. Monterrey se está muriendo de sed”, exclamó Mauricio Moreno./EG/jd