“El precio realmente lo establece el cliente, ya que la diferencia lo marca el costo del ataúd, es decir, el modelo que deseen los familiares, los cuales cuestan 250, 280, 400 y 500 dólares”, comentó Santiago Rodríguez, ejecutivo de ventas de la funeraria San José de La Guaira.
Estos servicios incluyen la capilla velatoria, la preparación del cuerpo y el traslado tanto a la funeraria como al cementerio. La disponibilidad del cafetín es un costo adicional, puesto que si los familiares del fallecido no lo solicitan, tiene la opción de llevar café, azúcar y vasos, y el personal de la funeraria les presta el servicio.
“Por lo general la gente solicita el servicio más sencillo. Sin embargo, es muy común escuchar que les hubiese gustado solicitar uno de mayor costo, pero no le es posible», aseveró Rodríguez.
El margen de diferencia entre un entierro directo y un sepelio con velorio es de 30 o 40 dólares. El servicio funerario llevado a domicilio tiene el mismo valor que el realizado en la funeraria.
“Otros prefieren cremar los familiares. El servicio crematorio lo tenemos en Cúa y otro en Charallave y cuesta 230 dólares, lo que no incluye el traslado, el cual, fácil, cuesta 200 dólares”, indicó.
Familiares de los difuntos manifiestan que los costos del cementerio son más elevados, puesto que si se desea hacer un entierro local se pudiera gastar hasta 500 dólares: 150 para el cementerio y el resto con el servicio más sencillo de la funeraria.
“Hemos pedido dinero prestado, vendido algunas cosas y aún así se nos está haciendo difícil costear los gastos de la muerte de mi madre”, dijo María Pérez, quien se encontraba en las adyacencias de la funeraria.
Gabriel Hernández