María Lourdes Arráez, mlalaverdad@gmail.com.- Para cumplir con el protocolo, 30 trabajadores de la Oficina Regional del Consejo Nacional Electoral (CNE) fueron desalojados de la sede ubicada detrás de la casa Guipuzcoana, luego de que funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) recibieran llamadas amenazando con volar las instalaciones con un artefacto explosivo.
La sede de Vargas fue una de las siete oficinas a nivel nacional que fueron desalojadas y en la puerta colocaron el aviso “cerrada por amenaza de violencia por parte de grupos violentos”, aunque luego se trató de una falsa alarma.
Aunque el CNE comparte la estructura con el Pdmercal La Guaira y el Banco de Venezuela la medida preventiva no se extendió hacia esos entes, donde los usuarios permanecían con total normalidad.
Las amenazas coincidieron con la convocatoria hecha por la oposición a las sedes del CNE en todo el país para exigir la validación de las firmas del revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
Los funcionarios no saben si fue estrategia de un grupo violento pues llamaron al Sebin a amenazar directamente al CNE. Presumen que quien lo hizo quería medir los esfuerzos que pueden hacer los organismos de seguridad en cuanto a movilización para orquestar futuros planes.
Luego del desalojo preventivo para mantener la integridad física de los empleados utilizaron recursos tecnológicos y técnicos contra explosivos para precisar si la amenaza era real y descartar peligros.
Ante las amenazas de atentar contra las instalaciones del CNE si no se da respuesta al revocatorio se realizarán recorridos permanentes de las instituciones policiales y militares en la región para resguardar las instalaciones.
Néstor Ramírez, coordinador regional del CNE, hace un llamado a respetar las Constitución y la institucionalidad democrática, “dejen actuar a la institución que somos garantes de cumplir con las leyes”./jd