La Policía antidisturbios de México desalojó este domingo el campamento improvisado de migrantes venezolanos a orillas del río Bravo, en Ciudad Juárez.
Las tiendas campañas estaban instaladas desde hace semanas en la zona de frontera entre México y Estados Unidos, a la espera de cruzarla para llegar hasta territorio estadounidense.
Los policías antidisturbios se emplearon a fondo contra los migrantes acampados, que se resistieron al desalojo. Su intención era expulsarlos del campamento improvisado en el que malviven antes de intentar entrar en Estados Unidos, aunque el Gobierno mexicano aseguró que había ofrecido alojamiento en refugios municipales, aunque la mayoría no lo aceptó.
Protección Civil Estatal de México justificó el desalojo por el riesgo de incendio a causa de las fogatas que los migrantes encendían cerca de las tiendas de campaña para calentarse durante la noche.
Las imágenes publicadas por diferentes agencias reveló la violencia de los agentes y el forcejeo con los migrantes en los que varias personas resultaron heridas. Algunas de las tiendas de campaña fueron incendiadas por los antidisturbios sin muchas contemplaciones.
El campamento de los migrantes estaba instalado a orillas del río hace más de un mes después de que el gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, anunciara el cierre de la frontera con México para los venezolanos, con el objetivo de «abordar la migración irregular más aguda y ayudar a aliviar la presión sobre las ciudades y estados que reciben a estas personas».