El derrame del pasado 1º de agosto, generado por una laguna de oxidación en la refinería El Palito, estado Carabobo, de la que fueron vertidos unos 20 mil barriles de desechos de crudo, afectó aproximadamente 260 kilómetros desde el Golfo Triste hasta el parque nacional Morrocoy, ambiente formado por diversos ecosistemas donde predominan manglares, pastos marinos y arrecifes de coral.
Especialistas en el área ambiental coinciden en señalar que el derrame generará un desequilibrio ecológico durante los próximos 30 años. Representantes de la Asociación de Ecologistas para la Preservación del Ambiente (Aepa) Falcón, resaltaron que perturbó uno de los ecosistemas más importantes del neotrópico americano, además de ser un asentamiento de comunidades que dejaron sus huellas a través de jeroglíficos, ejemplos de asentamientos nativos ocupados por la modernidad.
La brasileña Yara Schaeffer-Novelli, biólogo, zoóloga, docente de Oceanografía Biológica, profesora sénior del Instituto Oceanográfico de la Universidad de Sao Paulo, miembro del grupo de especialistas en Manglares de la IUCN y socio fundadora del Instituto BiomaBrasil, señala que los registros conocidos indican la poca probabilidad de que el saneamiento sea de un 90% en un poco más de dos semanas, como lo informó el Ministerio de Ecosocialismo.