Luisana Brito, luisanablaverad@gmail.com.- El desbordamiento de aguas servidas y la falta de desmalezamiento en el río de Anare, en Naiguatá, se han convertido en la mayor preocupación de los vecinos de la calle El Transformador, quienes informan que desde hace 16 años se mantienen a la espera de que Hidrocapital repare las tuberías, pues aseguran que el proyecto de canalización está aprobado y solo falta que inicien las obras.
Destacan que después de la vaguada, no han sido beneficiados con el suministro por parte de la hidrológica, carencia que los obligó a conectar mangueras desde la cabecera del caudal. La medida que sería provisional pasó a ser permanente, ya que no cuentan con cisternas para cubrir parte de sus necesidades.
La falta de mantenimiento en las tuberías de aguas servidas hace que se derramen por la carretera y desemboquen en el río causando contaminación, agua que es utilizada por la comunidad para cumplir con los quehaceres del hogar.
“Es normal que las tuberías estén colapsadas porque desde hace tiempo no les hacen mantenimiento. La ingesta de agua sucia produce enfermedades estomacales y aquí están niños con estas dolencias. Muchas veces vienen los turistas a bañarse en el río y salen con ronchas en la piel porque es inevitable no enfermarse debido a esta insalubridad”, señala Belkys Salcedo, vocera del consejo comunal “La Lagunita de Anare”.
Asegura que la avería ha sido reportada en varias oportunidades y la respuesta que reciben siempre es la misma, que deben esperar que la maquinaria se desocupe para luego asistirlos.
“Ya no sabemos con quién hablar para que vengan a solucionar esta situación. Cuando no es una cosa es otra. Nos dicen que el tractor está en otras comunidades, pero ni si quiera vienen a revisarlas de vez en cuando para al menos mantener la esperanza de que van a ayudarnos”.
Por su parte, Soraya Esteves, expone que con la llegada de las precipitaciones, la situación empeora ya que las aguas se quedan estancadas y entran a las viviendas ocasionando daños en los electrodomésticos. Por ello hace un llamado a Hidrocapital a fin de que agilice los trabajos y a la Gobernación para que los ayude con la dotación de materiales de construcción y así reparar las filtraciones ocasionadas .
“Comenzaron las lluvias y con ellas nuestras preocupaciones. Los criaderos de zancudos nos tienen contra la pared y quienes más sufren son los niños. Hay mal olor y roedores por todos lados. Esta es una contaminación horrible”.
Igual panorama en Los Corales
La misma situación se presenta en la comunidad de Los Corales, en Caraballeda, donde desde hace más de una semana hay un derrame perenne de aguas servidas que bañan la carretera y deteriora la capa asfáltica.LB/jd