*Despacharon 80 bultos y solo compraron 40 consumidores y dos kilos cada uno
Luisana Brito
Además de lidiar con la falta de alimentos en los anaqueles de los supermercados y el abuso de los cuerpos de seguridad del estado, consumidores denunciaron la presunta retención y desvío de harina PAN en la Distribuidora El 93, ubicada en La Atlántida, parroquia Catia la Mar.
Con lágrimas en los ojos e impotencia por no poder llevar comida para sus casas, amas de casa explicaron que el camión de Polar despachó unos 80 bultos de harina, pero solo entraron dos lotes de 20 clientes y compraron dos kilos cada uno.
Destacaron que cuando le correspondía a los otros 20, el gerente salió y les notificó que ya se había terminado, situación que enardeció a madres y padres de familia, ya que al parecer funcionarios habían entrado por la puerta de los empleados y habían cargado unos cuantos paquetes.
Durante 30 minutos los compradores molestos cerraron la vía y golpearon la Santamaría del comercio para que les vendieran lo que se pudo haber quedado. “Nos quieren ver la cara de estúpidos. Estamos aquí desde las 2:00 am, recogieron las cédulas y ahora nos van a decir que se acabaron. Las cuentan no dan, bajaron 80 bultos y en 40 personas no se pudieron haber terminado. Los policía y la GNB las sacan descaradamente”, denunció Keydis Estrada.
Yuleydi Sánchez manifestó su preocupación porque no tiene comida que llevarle a sus hijos. “Yo me conformo con que me venden un paquete, con eso les puedo hacer unas arepas a mis hijos y ya mañana me tocará resolver con otra cosa”.
La impotencia de María Ramírez casi hizo que se le bajara la tensión, pues desde la madrugada estaba haciendo cola con su hija de meses en los brazos. “No es justo que quieran venir a violentar nuestros derechos. Me faltaban cinco personas para comprar y me quedé con las manos vacías”.
“Estamos cansados de que los policías y la GNB siempre haga lo que le da la gana. Violan nuestro derecho a la alimentación. Nosotros vimos cómo se llevaban la harina y no les importó que aquí hubiesen niños y adultos mayores”, señaló Judith Pérez.
Alexis Mata denunció que los uniformados amenazaron a los hombres. “Dijeron que se iban a grabar nuestros rostros y que donde nos vieran iban a golpearnos. Somos madres y padres de familia que salimos a la calle a buscar comida, no problemas”.
Yarelis Zabala comentó que estas irregularidades se cometen en todos los supermercados de la parroquia. “En cada venta de alimentos siempre la policía se quiere llevar la comid. Creen que por llevar un uniforme están exentos de pasar el mismo trabajo que los demás”.
Uno de los empleados de la Distribuidora se encontraba fuera del establecimiento y recibió insultos por parte de los compradores molestos./jd