De abuso califica Carla Alvarez, vecina de las residencias Playa Grande, Urimare, lo sucedido con el servicio de Inter, ya que fue desinstalado y de manera obligatoria los suscriptores deben instalar el nuevo paquete promocionado por la empresa.
“Esto lo están haciendo de manera unilateral y alguien debe responder, pues no avisaron previamente, además pagamos correctamente, por lo que no nos deben dejar sin señal”.
Argumenta que a los afiliados le cobran 30 dólares y a los nuevos 60 dólares. «La mayoría de la gente no gana para eso y lo peor es que los aumentos serán constantes según la fluctuación del dólar”. /BR/jd