Un grupo de ex trabajadores del Abasto Bicentenario, en el centro comercial Litoral, aseguró que en el lugar acaparan alimentos básicos “y lo peor es que la acción es avalada y promovida por la gerente regional, Belkis Márquez”.
Javier Iriarte denunció que en una oportunidad, cuando se desempeñaba como despachador de mercancía, vio como esta señora ordenaba quitar de los anaqueles y enviar a los depósitos una pasta regulada para vendérsela a sus conocidos.
“Dijo que dejáramos la pasta cara y que después que se acabara, saldría la otra; lo que es injusto, porque ese rubro debe estar a la venta para todos”, dijo, y además agregó que cuando pidió explicaciones al respecto, lo botaron.
Aseguró que quedó desempleado por denunciar irregularidades, e hizo un llamado a las autoridades y al presidente Nicolás Maduro para que meta la lupa en estos locales donde reina la arbitrariedad. “De paso esa señora obliga a los clientes a comprar solo dos unidades de cualquier producto, así sea sal. A todos los trata mal y los tilda de bachaqueros”.
En un mes despidieron a 9 trabajadores
Precisó que la hostilidad por parte de la gerente es más usual con los trabajadores, a quienes despide por razones personales y luego se excusa en el decreto presidencial 2.245 que trata de la reestructuración de los abastos.
“Entre noviembre y diciembre fuimos 9 los que nos sumamos a la larga lista de desempleados del Bicentenario. A ninguno se nos dio una razón de peso como causal, solo el decreto; inclusive, en la Inspectoría nos dijeron que no podían hacer nada”.
Aún no han cobrado ni siquiera la liquidación y lo que se rumora es que pueden pasar hasta 5 meses para que se haga efectiva. “Vamos a la sede del Ministerio del Trabajo en Caracas para exigir que nos paguen salarios caídos por el retraso”.
Jhomary Mosquera también fue despedida y su angustia crece, ya que “tengo dos hijos y necesito ese dinero. Me botaron injustificadamente. La señora Márquez no sabe trabajar con el personal y todo lo hace de mala manera. Siempre busca una pretexto para despedir a los trabajadores, y eso se debe denunciar, porque gente así no debería ocupar esos cargos”.
A nivel de beneficios laborales aseguran que todo decayó, incluso los mercados mensuales que les hacían; en el último, les vendieron pollo en estado de descomposición, y aunque era evidente, no les devolvieron su dinero.MEM/va