Son varios los sistemas del organismo que intervienen en el desarrollo de las personas. Uno de los principales es el sistema endocrino, ya que el desbalance de ciertas hormonas puede ocasionar trastornos del crecimiento que empiezan a evidenciarse en la adultez.
La endocrinóloga pediatra Joalice Villalobos enfatiza la importancia del chequeo médico periódico de los infantes, para detectar cualquier anomalía en una fase temprana.
“Ante la sospecha de algún trastorno de crecimiento, la primera evaluación toma en cuenta la herencia genética transmitida por los padres, luego se consideran los problemas de alimentación, enfermedades crónicas o disfunciones hormonales”.
Una de las posibles causas del lento desarrollo de los niños y baja estatura es el déficit de hormona del crecimiento. Dicha sustancia es secretada de manera natural por la hipófisis y se encarga de estimular la formación ósea para que los huesos se alarguen, contribuyendo además a la formación de los órganos y tejidos.
“En el caso de los infantes es muy importante el control que realiza el pediatra, ya que en el momento de su evaluación, el médico pesa y mide al niño, lo ubica en las curvas de crecimiento para determinada edad y género y determina a través del tiempo su velocidad de crecimiento”.
Para determinar si un niño es más bajo o alto con respecto al promedio se emplea una medida llamada Desviación Estándar (DE).
La endocrinóloga explicó que un niño tiene una estatura normal cuando la misma se encuentra en el promedio de más o menos dos DE.
“Un padre debe preocuparse cuando su niño se encuentra por debajo de menos dos DE en la curva de crecimiento según su edad y género o cuando presente un ritmo de crecimiento por debajo de lo normal. Un infante en edad escolar debe crecer a un ritmo de cinco centímetros por año. Igualmente, un niño nacido con bajo peso, a los 4 años debe estar en los parámetros normales”. /ep