Los cuerpos decapitados de siete miembros de la minoría chií hazara, que fueron secuestrados en agosto, han sido encontrados en la provincia de Zabul (sur de Afganistán) tras ser ejecutados por supuestos miembros del Estado Islámico (EI), informaron este domingo a fuentes oficiales.
Los miembros la comunidad hazara, cuatro hombres y tres mujeres, fueron ejecutados la pasada noche en el distrito de Arghandab y sus cuerpos fueron encontrados dentro de una vivienda, dijo el jefe de seguridad en la provincia, Ghulam Jailani Farahi.
Los cadáveres fueron hallados después de los combatientes del EI abandonaran la zona tras un ataque talibán, ya que desde hace días ambos grupos insurgentes mantienen combates en el distrito, según la fuente.
El vicegobernador provincial de Ghazni, Mohammad Ali Ahmadi, confirmó que estas siete personas fueron secuestradas en agosto en esa provincia vecina de Zabul.
“Todos los secuestrados fueron brutalmente decapitados”, aseguró Ahmadi, quien indicó que los cuerpos fueron entregados hoy a sus familiares.
El secuestro de civiles no ha sido práctica habitual en los últimos años en Afganistán, pero este año se han producido varios casos de este tipo, el más grave en febrero, cuando más de 31 miembros de la comunidad hazara fueron secuestrados por insurgentes.
En marzo, otros 23 chiíes hazaríes fueron secuestrados en el centro de Afganistán mientras que en septiembre 13 civiles, en su mayoría de esta comunidad, fueron asesinados a tiros después de que unos desconocidos detuvieran las furgonetas en las que viajaban en el norte del país asiático.
En Afganistán, un país predominantemente suní, los musulmanes chiíes representan algo menos del 20 % de la población y son principalmente miembros de la comunidad hazara, etnia a la que pertenece un 9 % de los afganos.