El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, propuso una reforma de la Constitución que eleva a su esposa, Rosario Murillo, a «copresidenta».
La propuesta de reforma de la Constitución establece que «la Presidencia de la República está integrada por un copresidente y una copresidenta». Murillo, de 73 años, es vicepresidenta del gobierno desde 2017.
La Asamblea Nacional, controlada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, al que pertenecen Ortega y Murillo, tiene que dar el visto bueno. La reforma de la Carta Magna también contempla la ampliación en un año del mandato presidencial, de cinco a seis.
Otro cambio relevante es que establece que la Presidencia «dirige al Gobierno y coordina a los órganos Legislativo, Judicial y Electoral», eliminando así la separación de los poderes del Estado y formalizando la concentración del poder. Hecho denunciado por Luis Almagro, secretario general de la OEA.
Otro artículo que se propone reformar, señala que ninguna persona u organización, al amparo de la religión, puede realizar actividades que «atenten contra el orden público» y que «las organizaciones religiosas deben mantenerse libres de todo control extranjero».
También se crea la «Policía Voluntaria como cuerpo auxiliar de apoyo a la Policía Nacional, integrada por ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses que prestan sus servicios de forma voluntaria». Desde que llegó al poder, en 2007, Ortega, de 79 años, ha propuesto reformar la Constitución en 12 ocasiones.