Cuba anuncia nuevas medidas para una «economía de guerra»

El gobierno cubano anunció este martes que redoblará los controles de precios y continuará luchando contra la evasión fiscal, en un intento cada vez más desesperado por frenar el abultado déficit fiscal y la espiral inflacionaria que deteriora aún más su economía.

Las medidas pondrán el presupuesto y los objetivos de 2024 en consonancia con lo que el Gobierno denomina una “economía de guerra”, según un resumen de los medios de comunicación estatales luego de una reunión del Consejo de Ministros, el máximo órgano ejecutivo del país caribeño.

“Todos estamos aquí para salvar la Revolución (cubana) y salvar el socialismo”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel en esa reunión.

«Los cubanos han visto diezmada su maltratada economía por una combinación de factores, como la pandemia del covid-19, el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos y un modelo dominado por el Estado plagado de burocracia, mala gestión y corrupción», señaló el opositor Manuel Orrio.

Las medidas anunciadas —muchas de ellas debatidas desde hace tiempo y aplicadas de diversas formas por el gobierno socialista cubano— «pretenden reforzar las divisas, fomentar la producción de alimentos y poner orden» en las maltrechas empresas estatales, dijo Mildrey Granadillo de la Torre, viceministra primera de Economía y Planificación.

Para muchos expertos, la crisis social y económica que se vive en la isla, se considera una de las peores desde la revolución de Fidel Castro en 1959, y ha provocado un éxodo sin precedentes de emigrantes cubanos los dos últimos años.

El gobierno dijo recientemente que anunciaría una “política de precios única, inclusiva y equitativa… para todos los sujetos de la economía, que incluye tanto al sector estatal como al no estatal”, según un informe del periódico Granma, del Partido Comunista.

Las autoridades socialistas cubanas levantaron en 2021 una prohibición cambiaria a las empresas privadas vigente desde principios de la revolución castrista, pero los incondicionales del Partido Comunista afirman que la disparidad de precios ha contribuido a la creciente inflación.

También prometieron centralizar la toma de decisiones sobre el presupuesto nacional, lo que le permitiría recortar partidas y ajustar los gastos a los ingresos. Sin embargo, el informe presupuestario, presentó un panorama desolador de la economía, proporcionó pocas cifras y no dijo cuándo entrarían en vigor las medidas anunciadas.

Díaz-Canel destituyó a principios de este año a su ministro de Economía, Alejandro Gil, por acusaciones de corrupción, como parte de una reestructuración de alto nivel que también parece disimular los enconados problemas económicos.

Con información de Hyper Media Magazine

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