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Cuadrilla de la Gobernación partió tubo de aguas negras y se fue sin repararla

 

Luisana Herice

Cansados de los malos olores, de los zancudos y de caminar entre aguas negras se encuentran los habitantes de Los Claveles, Maiquetía. Aseguran que una cuadrilla de la Fundación Sol de Vargas que acudió al sector hace más de una semana a sanear la quebrada, partió una tubería de aguas servidas y se fue sin repararla.

“Ahora tenemos un río de agua putrefacta corriendo por las calles. Debemos andar dando saltos como canguros para no mojarnos los pies. Ellos saben que partieron ese tubo cuando estaban sacando la basura, pero se hicieron los locos y lo dejaron así. Ya vamos para 15 días con este problema y ellos brillan por su ausencia”, expresó Omar Leonetti.

Indicó que desde entonces los zancudos y las enfermedades han proliferado en la comunidad, por lo que deben vivir encerrados para evitar que los malos olores contaminen el hogar.

“Son unos irresponsables. Tienen a toda una comunidad enferma y no les importa. Hay que comer encerrados en los cuartos porque el olor es insoportable y para completar aumentaron los zancudos, por lo que tememos que se propague el dengue”, dijo Odalis Pintón.

Detalló que la limpieza de la quebrada Los Claveles la dejaron a medias, pues solo sanearon la parte baja, mientras que a la parte alta ni se acercaron. “Pensamos que volverían, pero ya han pasado muchos días y ni señales de ellos. En lugar de ayudar lo que hicieron fue dejarnos otro problema. Debieron limpiar en la parte alta que es donde más feo está la cosa”.

Hizo un llamado a Hidrocapital o a la Gobernación para que solucionen este problema que se ha convertido en un foco de contaminación.

Camión del gas se olvidó del sector

Pintón señaló que desde hace dos años comprar una bombona de gas se ha convertido en un viacrucis para los habitantes de Los Claveles parte alta y baja, pues deben montarle cacerías a los camiones que las venden.

“Yo vivo en la parte media, exactamente en el sector Torre Negra y he llegado hasta Macuto buscando una bombona. Me ha tocado cancelar hasta Bs. 1.500 para que me la compren y me la suban hasta la casa. Según los choferes, los camiones no vienen para acá porque no tienen dónde dejar las bombonas, por lo que hace dos años nos reunimos con el consejo comunal para buscar una solución. Yo ofrecí mi casa y no hicieron nada”.

Aseguró que muchos se encargan de comprar varias bombonas para después revenderlas. “Deben meterle el ojo a eso, porque están revendiéndolas. Aprovechan que el servicio está tan deficiente para hacer de las suyas. En El Jabillo y otros sectores las personas hacen colas desde las 4:00 am y compran hasta 20 bombonas”./jd

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