Liberar las patentes de las vacunas contra el covid-19 podría salvar cientos de miles de vidas, señaló en una entrevista para EFE el director de Salud de la Cruz Roja, Emanuele Capobianco, en vísperas de una asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que se debatirá esta cuestión.
«Estoy seguro de que la idea de liberar las patentes de las vacunas encontrará oposición, pero de ello dependen cientos de miles de vidas, es uno de esos momentos en la historia en los que una decisión tiene consecuencias reales para el mundo», aseguró el experto de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR).
El presidente de esta organización, Francesco Rocca, expresará en la asamblea su apoyo a la propuesta, defendida por más de 60 países en desarrollo, de suspender las patentes de vacunas y tratamientos contra el covid-19 con el objetivo de que su producción aumente y se abarate en el mundo.
Si no se avanza en ello, «los gobiernos que decidan anteponer sus intereses económicos antes que invertir en la vida tendrán una gran responsabilidad», advirtió Capobianco.
Repetir el gesto de hace 20 años
El responsable de salud de la federación recordó que hace 20 años se debatió una decisión similar en la comunidad internacional. En ese caso fue ampliar el acceso a los antirretrovirales, para combatir otra pandemia, la del VIH/Sida, lo que permitió la producción de medicamentos genéricos más asequibles para los países pobres.
«Esperamos que los líderes mundiales vuelvan a ser audaces como entonces e impulsen las reformas necesarias para salvar vidas», insistió.
Los países aún reticentes a liberalizar los fármacos contra el covid-19, muchos de ellos sedes de las farmacéuticas que los producen, alegan que la protección de la propiedad intelectual mediante patentes es vital para fomentar la investigación de vacunas y terapias pasadas, presentes y futuras.
Ante este argumento, Capobianco indicó que muchas de esas farmacéuticas financiaron en gran parte el desarrollo de sus vacunas contra el covid-19 con dinero público.
«Las empresas que entonces redujeron los precios de los fármacos contra el sida no fueron a la bancarrota, sino que continuaron con fuerza su negocio», recalcó.