Doriana León, dorianaleon@gmail.com.- Escasez de insumos, falta de materiales quirúrgicos, traslados para estudios especiales, pago de análisis de laboratorios y ruleteo para conseguir el ingreso es lo que viven a diario los pacientes que acuden junto a sus familiares en busca de la atención médica gratuita en los hospitales del estado.
Franklin Rodríguez, médico del hospital Rafael Medina Jiménez de Pariata señala que las emergencias de los centros asistenciales del estado están desabastecidas en más del 70%. “Llegan pacientes infartados o tiroteados y no tenemos los insumos para atenderlos. Hacer una guardia médica actualmente es una tragedia para los profesionales de la medicina que nos vemos de manos atadas al no poder resolver los casos”.
Destacó que no se han establecido políticas eficientes para el abastecimiento oportuno de los centros de salud. “Trabajamos con las uñas al punto que en los hospitales no tenemos un laboratorio dotado o un servicio de radiología que funcione. No tenemos los elementos para hacer un diagnóstico preciso”.
A esta situación, le suma el déficit estructural de los nosocomios, cuyas unidades quirúrgicas no funcionan adecuadamente pues presentan problemas de electricidad, de climatización y filtraciones.
En el José María Vargas sólo funciona el quirófano de emergencias, de las ocho salas que estaban operativas hasta el 2014, mientras que en Pariata el quirófano de emergencia dejó de funcionar desde el 2011 y hasta la fecha no ha sido reactivado.
Pacientes y familiares pasan trabajo hereje
Al llegar a las salas de emergencia hospitalaria, los pacientes y sus familiares deben contar con una abultada cuenta que permita correr con los gastos que implica la enfermedad. “Aquí ya no hay salud gratuita. Uno tiene que pagar los estudios médicos, comprar las medicinas y hasta la dieta”, señaló Jairo Torres, esposo de una mujer de 50 años que ingresó al Seguro Social de La Guaira con un Evento Cerebro Vascular (ECV).
Blancina Porras, hermana de un paciente ostomizado en el Periférico de Pariata, declaró que desde hace 19 días todos los días gasta un promedio de Bs. 6.000. “Aquí no hay nada. Desde que lo operaron he tenido que comprar gasas, guantes, soluciones, antipiréticos, analgésicos y centros de cama. Los pacientes están pasando trabajo”.
Dijo que necesita una bolsa de colostomía interdiaria que no la hay en el hospital y se le hace imposible comprarla porque cuesta Bs. 8 mil. “Si sacamos la cuenta, cada dos días comprándola, gastaríamos al mes Bs. 120 mil que no tenemos”
Actualmente están improvisando las bolsas con guantes de látex que los cambian cada dos horas.
Las bolsas de colostomía sirven para recoger deposiciones de pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente para dar una saluda a una víscera al exterior. Generalmente la usan pacientes con colapsos intestinales o que hayan sufrido algún accidente.
En el Materno de Macuto, las madres que llevan a los niños a la emergencia pediátrica destacan que el centro carece de yelcos, mascarillas para nebulizar, antialérgicos, anticonvulsivos y antibióticos.