El impacto de la pandemia en la economía de Latinoamérica será mayor de lo que se esperaba, y la recuperación más lenta de lo que se pensaba: recién en 2025 podrían alcanzarse los niveles de actividad regionales que existían en 2019, antes del brote viral, dijo la Comisión Económica para América Latina y El Caribe, Cepal.
La crisis “va a durar más de lo que se pensaba y va a haber efectos en el crecimiento, en el desempleo, la desigualdad y la pobreza que van a ser más largos de lo esperado”, expresó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
Bárcena formuló sus declaraciones al presentar el estudio económico “Políticas macroeconómicas activas para la recuperación y transformación económica y social”, focalizado en la situación creada por el nuevo coronavirus, las perspectivas y algunas recomendaciones para los países.
La pandemia llegó a Latinoamérica en momentos en que la región ya estaba sumergida en problemas económicos y se habían reducido las perspectivas de crecimiento. Pero el Covid-19 agravó el panorama y provocó la peor crisis económica regional de los últimos 100 años.
La recesión se instaló en el primer trimestre del año, con una contracción del 1,5% de la actividad. Cepal prevé que la caída del Producto Bruto Interno sea del 9,1% al finalizar 2020, lo que equivaldría a un retroceso de una década. Las cifras finales, sin embargo, serán revisadas y es posible que sean aún mayores.
Sudamérica sería la más afectada, con una contracción del PBI equivalente al 9,4%, en Centroamérica y México la caída sería del 8,4%, y del 7,9% en El Caribe —excluyendo Guyana.