El suicidio sigue cobrando vidas en Venezuela, aunque en menor medida, de acuerdo con las estadísticas difundidas por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). Hasta el mes de mayo se contabilizaron 162 personas que se quitaron la vida, mientras que otras 32 intentaron hacerlo.
Comparada con otros países de Latinoamérica, Venezuela no está entre los primeros en la lista de más suicidios registrados, sin embargo, entre el año 2015 y 2018, el promedio de muertes por esta vía ascendió de 3,8 a 9,3; cifras que podrían asociarse fácilmente con la grave crisis socioeconómica que comenzó a golpear al país alrededor de esos años.
El psicólogo Wilman Echarri también se mostró de acuerdo con estas impresiones y aseguró que la difícil situación económica del país y la presión académica (en los jóvenes) serían los factores más determinantes a la hora de que una persona tome la decisión de quitarse la vida.
Señaló que la mayoría de los suicidios son de personas de la tercera edad, debido a que suelen ser más vulnerables mentalmente y que ven el envejecer como una situación agobiante, a lo que muchas veces se suma el padecimiento de enfermedades físicas, en la mayoría de los casos, sin cura o con tratamiento muy costo- so, que no pueden cubrir.
Sin embargo, los jóvenes en eta- pa universitaria son el segundo grupo con más víctimas de suicidio, seguido por los adultos desempleados o quienes tienen la responsabilidad de mantener una familia.
Otra de las causas que llevan a las personas, especialmente a las mujeres, a tomar esta decisión es la violencia de género dentro del entorno familiar, lo que genera inestabilidad tanto emocionalpsicológica como económica, factores que pueden desencadenar estado depresivo recurrente.
¿Cómo identificar a un posible suicida?
En la gran mayoría de los casos, una persona que pudiera estar pensando en quitarse la vida, suele alejarse de sus familiares y amigos repentinamente y además comienza a perder el interés en actividades que antes disfrutaba.
Suelen estar distraídos o tener dificultades para concentrarse y tienen comportamientos autodestructivos como beber alcohol en exceso, consumir drogas o hacerse cortaduras.
Las personas que sufren de depresión pueden ser identificadas por síntomas comunes como el llamado “llanto fácil”, cuando el afectado suele llorar más de lo que comúnmente lo hace.
A pesar de todas estas señales, un posible suicida generalmente no pide ayuda a nadie, ya que sienten que solicitar apoyo psicológico o de simples consejos es un signo de debilidad, por lo que eligen no contar a nadie sus problemas.
Los familiares deben estar atentos al comportamiento de sus seres queridos, y tomar en cuenta la importancia de hacer preguntas abiertas sobre los cambios de actitud, porque esto facilita la ventilación emocional de la persona y la puede persuadir de que el suicidio no es una solución, sino una tragedia lamentable.