El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, anunció que su Gobierno permitirá el paso a la masiva ola migratoria venezolana y promete dar atención humanitaria.
Sin embargo, el mandatario costarricense aclaró que su país no busca incentivar a los migrantes a quedarse en su territorio.
Aseguró que la migración venezolana que transita por Costa Rica ha aumentado “drásticamente” en los últimos meses, pasando de 200 personas a a 3.700 por semana.
El mandatario describió a los migrantes como “vulnerables” e indicó que muchos de ellos llegan heridos o enfermos a Costa Rica, por lo que también anunció que el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense del Seguro Social y las fuerzas públicas, entre otras instituciones y organizaciones, coordinarán un plan “para tratar a esta gente de manera digna”.
“Nosotros no estamos estimulando que se queden aquí, sino que, de acuerdo con los compromisos internacionales que tiene Costa Rica, lo que vamos a hacer es dejarlos pasar, ayudarlos como nos obligan los convenios internacionales y el derecho internacional en temas puramente humanitarios”, dijo Chaves.