La corte de apelaciones de Iquique, al norte de Chile, ordenó dejar sin efecto las órdenes de expulsión del territorio nacional de venezolanos que llegaron a esa nación por pasos no habilitados, tras acoger 5 recursos de amparo presentados por el Instituto de Derechos Humanos, la Clínica Jurídica de Atención a Migrantes de la Universidad Alberto Hurtado y abogados particulares en representación de los migrantes.
En fallos unánimes, la primera sala del tribunal estableció que las resoluciones administrativas impugnadas, adoptadas por la Intendencia Regional de Tarapacá, carecen de fundamento legal.
En los fallos se señaló que la medida reclamada no estuvo antecedida de un procedimiento en el que los amparados pudieran ejercer su derecho de defensa.
La corte de apelaciones de Iquique señaló que la autoridad migratoria, al haber expulsado a los ciudadanos sin que existiera una investigación y proceso previo debidamente tramitado, violó garantías establecidas en la constitución de ese país.
“Antes de aplicar la sanción de expulsión, la Intendencia Regional de Tarapacá debió, en respeto a las garantías constitucionales de los amparados, someterlos a una investigación y procedimiento previo legalmente tramitado, exigido para el juzgamiento de toda persona a quien se imputa la comisión de un delito”, se afirmó en el fallo.
Chile expulsó el 10 de febrero a un grupo de 138 migrantes irregulares procedentes de Colombia y Venezuela, que se encontraban varados en la frontera norte con Bolivia, una zona que desde hace días vive una fuerte ola migratoria que ha llevado al límite a pequeñas localidades fronterizas.
El ministro de Defensa de Chile, Baldo Prokurica, encabezó el proceso de deportación de un primer grupo de más de 100 inmigrantes que llegaron al país a través de la frontera de Bolivia y que permanecieron detenidos hasta el momento de su repatriación.
La mayoría era venezolana, pero también figuraban peruanos y bolivianos. El gobierno chileno decidió que los 86 inmigrantes provenientes de Venezuela y Colombia regresaran en avión, mientras que los 52 restantes fueron devueltos a Perú y Bolivia vía terrestre.