Desde que se incendiaron las correas de carga al frente de la rampa 23, hace dos años, en la zona de equipaje del terminal internacional del aeropuerto, no han sido recuperadas, sino que las han venido desmantelando para reparar otras, informan algunos empleados encargados de la manipulación de equipaje.
Estos trabajadores manifiestan que el carrusel fue retirado del sitio, indicador de que el Iaim no piensa volver a ponerlas a funcionar.
Cuando ocurrió el suceso el 14 de noviembre del 2012, se incendiaron los mostradores de Aserca y Santa Bárbara, lo que ha hecho que su personal cumpla con sus pasajeros con las correas de Avianca e Iberia.
La situación es caótica para los agentes de seguridad y el equipo encargado de clasificar y distribuir el equipaje, ya que puede confundirse con el de las otras aerolíneas. “A veces tenemos que tirarlas al piso para trabajar más rápido y evitar que eso suceda”, dice uno de los denunciantes.
Además, también se ven obligado a bajar los bultos de gran magnitud, que no pueden ser transportados en las correas, por las escaleras, ya que los ascensores presentan muchas fallas. “Hasta algunos pasajeros en silla de ruedas han tenido que ser trasladados así, porque los ascensores no están funcionando”. /WMA/ep