Bolsas repletas de envases plásticos, cauchos, ropa y escombros son algunos de los desperdicios que terminan en el cauce del río Marapa, Catia la Mar, por la falta de conciencia ambiental de sus habitantes que lo han convertido en un relleno sanitario.
Señalan que el servicio del aseo no es regular, pero la mitad de la basura es material reusable como las botellas de refresco que pueden venderlos a los locales de recarga de desinfectante, para almacenar agua en tiempo de sequía o hacer hielo.
Cuentan algunos que en tiempos pasados la gente se bañaba en el río y capturaba camarones, en la actualidad lo único que pueden pescar es un enfermedad.
Hasta las garzas desaparecieron del lugar que también es utilizado para que desemboquen las aguas negras./jd