El gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner sufrió una dura derrota en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias en Argentina (PASO) con las que se definen las listas de candidatos que competirán en noviembre para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
Los candidatos del partido oficialista, Frente de Todos, perdieron en 17 provincias: Buenos Aires, Capital Federal, Chubut, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Fe, San Luis, Tierra del Fuego y en las históricamente favorables al kirchnerismo Santa Cruz y Chaco.
Por importancia política y densidad demográfica, el traspié en la provincia de Buenos Aires provoca un impacto especial. El territorio que en 2019 había sustentado la victoria presidencial de Alberto Fernández no sólo se dio vuelta, sino que entregó algunos datos inesperados hasta por los encuestadores del gobierno: el kirchnerismo perdió en 7 de las 8 secciones electorales. Y en la única que ganó, la tercera (Avellaneda, Quilmes y La Matanza, entre otros) ganó por apenas 8 puntos, cuando hace dos años en esos partidos había ganado por más de 30 puntos.
Los resultados anticipan un cambio en la relación de fuerzas del Congreso: de repetirse estos números en las elecciones generales de noviembre, Cristina Kirchner perdería el quórum en el Senado y el oficialismo quedaría obligado a negociar su agenda con la oposición en Diputados.
“Evidentemente algo no hemos hecho bien. Esta enorme encuesta que son las primarias son un dato que vamos a considerar y a partir de mañana vamos a trabajar para que en noviembre, cuando llegue la elección general, los argentinos y las argentinas nos acompañen”, dijo el presidente Alberto Fernández tras conocer los resultados del proceso, para el que estaban habilitados 34 millones de votantes.
La otra cara de la elección es la gran recuperación de la coalición opositora Juntos por el Cambio, que pasó de perder en 2019 a ganar las elecciones en la provincia de Buenos Aires, Capital Federal, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Santa Cruz y Mendoza, entre otras provincias.
En el proceso también se notó el avance de los liberales, especialmente en la ciudad de Buenos Aires. Javier Milei, precandidato de La Libertad Avanza, sumó 13,65% de los sufragios. Y Ricardo López Murphy, desafiante de Vidal en Juntos por el Cambio, casi 11. Entre los dos, representan al 25% del electorado porteño.