María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- “¡Queremos llevar comida a la casa!” fue una de las frases que más sonó en la entrada del Pdmercal ubicado en Mare, Carlos Soublette, cuando al mediodía de ayer los encargados salieron a anunciar que no continuarían vendiendo por lo que restaba de día. Más de 200 personas se quedaron sin comprar, pues la llegada de un camión de productos, que eran para hoy, fue el motivo del desalojo.
Denunciaron los usuarios que además arrancaron la jornada tarde. “Además de que a las 10 de la mañana es que abren porque no tienen sistema, prestan el servicio menos de dos horas. Así no se trata al pueblo, hacemos la cola por necesidad, no es justo que nos humillen así”, dijo Johana Cruzco.
Por su parte, Carmen Goyo manifestó estar en el lugar desde antes del amanecer. “No atendieron ni a 100 personas. Si el camión llega hoy, lo más lógico es que le vendan a los de hoy. Los de terminal 0 y 1 nunca podemos abastecernos por este problema. No he comido pollo desde el 23 de diciembre, hemos sobrevivido comiendo huevos”.
Suministro diario de todos los productos básicos es lo que exigen los miles de usuarios de la red pública en el estado, quienes aclaran no estar en contra del terminal de cédula, siempre que se cumplan los protocolos de abastecimiento a los puntos de venta.
No podrán comprar la semana que viene
Lisbeth Morales, en medio del mar de gente explicó que esperaba desde las cuatro de la mañana con paciencia y se negaba a irse así nada más. “Uno no puede estar esperando así en vano, es comida lo que estamos buscando. Nos sometemos a esto porque en otros lugares es demasiado caro comprar. Además, dicen en la cola que hay solo dos productos pero es mentira, es una forma de espantar a la gente”.
En conjunto, manifestaron su inquietud por tener ahora que esperar 15 días como mínimo para poder comprar en el lugar. “El lunes que viene es Carnaval y no van a abrir. El sábado tampoco ofrecerán el servicio”, agregó Goyo.
La opción de anotarse en una lista y esperar hasta hoy para abastecerse fue dada por los encargados, y ésta fue rechazada por los denunciantes. “Los martes le corresponde a los de terminal 2 y 3, menos que menos podremos comprar. No es justo que venimos conforme nos toca y regresamos con las manos vacías. Tengo cuatro hijos y los dejé solos para venir a buscar qué comer, no puedo ni siquiera mandarlos a la escuela así”, dijo otra de las afectadas.
En Chuspa se repite la historia
Denuncias similares fueron recibidas a través de llamadas telefónicas de habitantes de la parroquia Caruao, quienes manifestaron no ver luz con el módulo de Chuspa. Carmen Laya, dijo que prefiere su vida antes que pernoctar para conseguir un “chancecito” para comprar.
“Debo pagar un dineral en mototaxi y no puedo, pues a duras penas llego para la bolsa de comida. Además, es un peligro que la única manera de entrar a abastecerme sea llegando de madrugada. Un lote de personas llegamos a las 7:30 de la mañana y nos dijeron que ya estaban full. Quién le pone control a esto”.
Robeisy Blanco, embarazada de cuatro meses, denunció que en dicho módulo no respetan la cola preferencial y encima agreden a los usuarios. “Me dijeron que pasara por una puerta donde iban las embarazadas y al hacerlo un hombre me empujó. Me dijo que no iba a comprar porque yo no era de Chuspa. Qué clase de gente trata así a las personas. Cómo uno compra la comida entonces”. /MEM/ar