María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- Saltando de un lado al otro y cazando cualquier cola que se forme, aseguran estar los consumidores varguenses quienes manifiestan que el alimento que llega a sus casas no es suficiente. Destacan que no pueden quedarse de brazos cruzados mientras tienen la nevera vacía.
Marlene de Hidalgo comenta que es la primera vez en todos sus años que pasa tanto trabajo para conseguir los productos, pues “no hay nada. Comprar un desodorante o un champú ahora es una misión imposible. Tenemos que valernos de recetas artesanales para poder sobrevivir”.
Al menos ocho horas de lunes a sábado manifiesta Isbelia Oropeza que invierte en la cacería de productos básicos, y lamenta que “la mayoría de las veces regreso sin nada y con menos dinero, porque para aguantar tanto tiempo debo comerme algo o tomarme un agua. Conseguir comida es una pesadilla”.
Alberto Albarrán agrega que “con todo y la edad que uno tiene, toca esperar con paciencia y confiados, no nos queda de otra. Los jueves salgo desde antes del amanecer a hacer colas en el Caribe con la esperanza de no regresar con las manos vacías”.
“Con una bolsa no se come un mes”
Respecto al suministro de alimentos a través de los CLAP, los varguenses destacan que si bien aplauden la intención, las bolsas no contienen lo suficiente para soportar hasta la siguiente entrega.
Edgar Bohórquez manifiesta que “es necesario que se incluyan más alimentos, porque igual nos quedamos cortos y tenemos que salir a ver qué conseguimos. Tienen que ponerlas más resueltas para poder paliar la fuerte escasez que vivimos”.
Por su parte, Jesica Acosta indica que además de lo insuficiente del combo es oportuno denunciar que hay quienes hacen negocios con los mismos. “Te quitan hasta Bs. 300 de más sobre el precio de la bolsa supuestamente por traslado y empaque. A veces me parece que es una cantidad exagerada, ya que no se la cobran a un grupito sino a comunidades de hasta 450 familias, eso es un realero”.MEM/jd