Construcción del mega centro educativo de Caraballeda cumplió 3 años en el abandono
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Hasbely Bolívar
El pasado 14 de marzo se cumplieron 3 años desde que el Gobierno regional inició la expropiación del hoyo 3 del campo de Golf de Caraballeda con la intención de construir un “mega centro educativo”.
Según recordó Denisse Yépez, coordinadora del Comité de Defensa y de Maestras en Acción de la parroquia, para ese entonces, la comunidad entera se opuso, porque de acuerdo a un estudio de suelo de la Ingeniera Mariela Gómez, el terreno es muy frágil para una edificación de esa envergadura, pues a pocos metros hay un canal acuífero.
Sin embargo, el Procurador Pedro Rodríguez en una asamblea realizada en marzo de 2018 no escuchó la súplica y señaló que tenían el proyecto y contaban con los recursos económicos.
«Cuando le exigimos fecha de culminación dijo que en 1 año estaría listo. Incluso mencionó que en septiembre de ese mismo año la construcción tendría un 30% de ejecución. Falso. Ya para julio solo quedaban obreros vigilando», contó Yépez.
Hoy se evidencia el daño físico de una estructura en abandono, un terreno enmontado y las áreas verdes maltratadas.
«El comité siempre exigió que la escuela la construyeran en otro terreno porque un tiempo después, descubrimos que este mismo proyecto había sido aprobado años atrás para ser construido en unos terrenos aledaños a los edificios de la Gran Misión Vivienda de Caribe».
¿Qué propone el comité?
Denisse indicó que Caraballeda necesita una respuesta educativa inmediata dado que las infraestructuras de las escuelas y liceos están en decadencia, desde mucho antes de la pandemia.
Aunado a eso, «hay una población estudiantil bastante amplia para la poca cantidad de instituciones en esta zona», señaló.
Plantean al Gobernador García Carneiro y al Procurador rehabilitar los planteles cercanos, dotar de los insumos fundamentales: agua, alimentación, pupitres, etc; para brindar una educación de calidad.
También solicitan la demolición inmediata de dicha obra y así habilitar un área de esparcimiento y recreación para los habitantes sin dañar el hoyo 3. «Continuaremos con el seguimiento hasta la demolición», apuntó.