“Por autogestión, hemos recuperado el espacio donde guardamos nuestros insumos de pesca. Mensualmente reunimos una cuota y con eso hacemos los trabajos. No contamos con el apoyo de las autoridades”, informó Giovanni Di Domenico, vocero principal de Arrecife.
En su mayoría, los muelles pesqueros del estado se encuentran esperando por la creación o culminación de los centros de acopio. Claman a las autoridades regionales meterle el pecho a las obras.
Manifestó que colocaron cercas donde ahora guardan sus enseres, y así evitan ser víctimas de los amigos de lo ajeno. “Poco a poco hemos podido levantar el muelle. Actualmente solicitamos el apoyo con materiales para nosotros encargarnos de la mano de obra”.
Señaló que la permanente contaminación de la planta de Tacoa deteriora la vida útil de las lanchas. “Sobrevivimos entre tanta desidia. Nos mantenemos operativos porque tenemos ganas de trabajar”.
Desde hace ocho años, los pescadores de la bahía de Arrecife están esperando por la construcción del centro de acopio y el muelle que hasta la fecha ha quedado en veremos.
En Puerto Cruz rematan las especies por falta de cava cuatro
Los pescadores de Puerto Cruz tienen más de cuatro años esperando por la construcción del centro de acopio, situación que ha sido notificada a las autoridades sin recibir respuestas favorables.
Pablo Mayora, vocero del consejo de pescadores, informó que este año le entregaron nuevamente el proyecto al Gobernador con la esperanza de ser escuchados. “Pedimos el material, nosotros nos encargamos de la mano de obra”.
Mayora señaló que hace tres años, el Fondo para el Desarrollo Agrario Socialista (Fondas) aprobó un crédito para la construcción del centro, pero solo se colocaron las bases y no volvieron a ver a la empresa constructora.
“El lugar contaría con dos cavas, una oficina, dos baños y un depósito”; mientras tanto, los pescadores se las ingenian para guardar sus materiales de trabajo.
El pescador indicó que venden más de 700 toneladas de pescado a la semana, y como no tienen dónde almacenarlo, deben venderlo el mismo día a los caveros.
“Los vendemos a precio de gallina flaca para evitar que se dañen. La cojinúa Bs. 400 y el bonito en Bs. 300. Todos por debajo del precio establecido, mientras que en otros muelles los venden hasta en Bs. 2.500. Solo tenemos pérdidas”.
Trabajos quedaron chucutos
“La obra se ejecutó en el 60% luego de cinco años de la aprobación de los recursos por parte del Consejo Federal de Gobierno y el Servicio Autónomo Fondo Nacional de los Consejos Comunales (Safonacc)”, informó Jesús Osec de Puerto Carayaca.
Manifestó que además trabajan con las uñas por fallas en la ejecución del centro de acopio. “Poco a poco le hemos metido mano, sin embargo necesitamos urgentemente la ayuda de los entes gubernamentales”.
Destacó que falta culminar el cuarto cava con capacidad para 5 toneladas de almacenamiento, el baño, la oficina y la pescadería que también quedaron a mitad de camino.
Esperan por cava cuatro
Jeanfranco Mayora informó que están cansados de falsas promesas desde hace dos años. “Cuando fue construido el centro de acopio Sebastián Mayora, en Chichiriviche, nosotros solicitamos la construcción de un cuarto de cava para el resguardo de los pescados”.
Ya han perdido la cuenta de la cantidad de oportunidades en las que han solicitado el apoyo a través de Insopesca y la Gobernación, y hasta la fecha no han obtenido ningún tipo de respuesta.
“No podemos pescar grandes cantidades porque se dañan. Tenemos que salir de los pescados rápido porque no tenemos lugar para guardarlos”./va