Amy Torres, amytorreslaverdad@gmail.com.- El dolor tocó a la puerta de la familia Esparrogoza, cuya morada recibió ayer los restos del cabo segundo José Esparrogoza, en la calle Ezequiel Zamora, adonde vecinos, amigos, conocidos y compañeros apagafuegos acudieron para darle el último adiós.
Parte de la directiva de la institución bomberil se encontraba en el lugar, entre estos el Mayor Carlos Castro, segundo comandante; los capitanes Mauro Reyes y Luis Silva junto a un gran número de oficiales, suboficiales y tropas del cuerpo de apagafuegos de Maiquetía.
Para hoy, a las 10:00 am, está previsto su sepelio en el cementerio de Caraballeda.
Alerta sobre el alcantarillado se hizo hace seis meses
De manera extraoficial se conoció que hace seis meses se elaboró un informe sobre el desperfecto del alcantarillado en la pista, que terminó ocasionando el terrible accidente.
Serían los encargados de un área denominada Campo y Pista los responsables de elaborar este informe, que no recibió ninguna respuesta por parte de la directiva del Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía (IAIM).
Al parecer, hay copias de estos documentos selladas y firmadas como recibidas.
Asimismo, familiares de Esparragoza reiteraron a La Verdad de Vargas que la causa del accidente fue el desprendimiento de una losa de drenajes colapsada en plena pista del aeropuerto, tal como lo informamos en nuestra edición de ayer.
Hasta el cierre de esta edición no se conocía la postura oficial de las autoridades del aeropuerto, que al parecer darían a conocer su versión de los hechos a través de una nota de prensa.
Bomberos heridos “se encuentran estables”
Una fuente de los bomberos aeroportuarios, que prefirió no identificarse, informó que se encuentran estables los dos apagafuegos que resultaron heridos en el fatal accidente ocurrido la noche de este domingo.
Sostuvo que el cabo segundo Jorge de La Cruz, residenciado en el sector Tarigua de Caraballeda y quien habría sufrido una grave lesión en el pie y la pierna derecha, se encuentra recluido en la Clínica Metropolitana de Caracas, desde donde llegó proveniente de la Clínica San Antonio, en Catia la Mar. “No hay riesgo de amputación de la pierna”, dijo el informante.
Sin embargo, un familiar confirmó que hasta las 3:00 pm de ayer seguían a la espera de un especialista que se encargaría de la cirugía “a ver si la pierna se podía recuperar, pues ya había perdido cuatro dedos del pie”.
Sobre el sargento segundo Jean Blanco, la fuente dijo que permanecía en la Clínica San Antonio, dado que “podía tener posible fractura de cadera”.