Valerie Calderón
El ambulatorio de La Lucha está olvidado por el Consejo Comunal, los vecinos son quienes les llevan agua y comida a los médicos, además de donar algunos medicamentos para entregar en las consultas.
“No le dan asistencia ni apoyo al personal, que trabaja con las uñas y toda la comunidad está consciente de eso”, explicó Enrique Fernández, residente.
Contó que cuando llegan donaciones es que la junta llega al centro con listas de personas discapacitadas o que necesitan medicinas, “si no es así ni se acercarían al lugar”.
Agregó que cuando existen oportunidades de beneficiar a los ambulatorios no lo incluyen en ninguna lista, tampoco han tenido la iniciativa de realizar una carta y entregarla a la administración de salud informando sobre el estado del mismo.
El personal se queda todo el día trabajando, incluso si se va la luz. Cuando se queman los bombillos se quedan a oscuras, por lo que les toca abrir las ventanas para beneficiarse de la luz solar y no dejar de trabajar.