Concesionario sobrevive con venta de repuestos y servicios
Desde el año pasado nadie compra vehículos en la Ford de Los Corales
Amy Torres.- “Algunos usuarios vienen y preguntan por los precios de los vehículos y, cuando se los damos e informamos de los pasos para la compra, dicen que luego vendrán. Pero nunca regresan”, así lo declara Fatima de Sousa, encargada del concesionario Ford El Marqués III, en Los Corales, Caraballeda.
Sostiene que el año pasado no vendieron ni un vehículo, mientras que indica que la Ecosport y un camión que tienen en exhibición desde noviembre aún siguen en los pasillos del concesionario. La razón: los precios. La camioneta sale en 9 millones de bolívares y el camión en 10 millones 376 mil.
Otro trabajador, que pide no ser identificado, explica que debido a que la empresa utilizó sus dólares para la adquisición de algunas de las piezas de los carros, quienes deseen un modelo 2015 deben cancelar una parte en moneda estadounidense y otra en moneda nacional.
Por ejemplo, un modelo Fiesta sedan 2015 vale Bs. 9.446.775,94 ($21.542,27 más Bs. 5.181.406,50), Ecosport automática 2015 Bs. 9.530.830,89 ($22.277,28 más Bs. 5.119.929,25), Explorer Limited 4×4 2016 Bs. 15.123.107,61 ($38.900 más Bs. 7.420.907,61), camión Cargo 2015 4×2 Bs. 16.340.094,40 ($46.847,91 más Bs. 7.064.208,58).
Sin embargo, el agente de la marca Ford dispone de un variado stock de repuestos, con el cual han podido cubrir al menos la nómina de los 12 trabajadores, que permanecen en sus puestos a pesar del declive que se produjo en las ventas de carros desde finales de 2013.
De Sousa, que en 2013 trabajaba para un agente Chevrolet, informa que hasta el primer semestre de ese año en los concesionarios se manejaban lista de espera para la compra de vehículos, situación que cambió radicalmente los últimos meses de ese año.
Confirma que, como todo en el país, tanto en 2015 como en lo que va de 2016 “la situación ha sido todavía peor”.
Cabe recordar que desde enero de 2015 Ford Motors de Venezuela puso en marcha un mecanismo mediante el cual los propietarios de los concesionarios invierten en dólares, para que la transnacional con su licencia de importación adquiera el material de ensamblaje (CKD, por sus siglas en inglés).
Una vez en puertos venezolanos, los insumos van directo a la planta para que se fabriquen los automóviles encargados y luego son comercializados en la moneda extranjera.
Pago a nómina de ensambladora Chrysler alcanza hasta mayo
Aunque se espera que sea para el último trimestre del año, entre septiembre y octubre, la ensambladora FCA-Chrysler retomará la manufactura de 500 vehículos, lo que representa el 3,57% de la capacidad de la firma en Venezuela.
El reinicio de las labores surgió luego que la empresas decidiera emular el nuevo mecanismo optado por Ford Motors, según declara Henry Ospina, secretario de reclamos del sindicato.
Se estima que sea entre septiembre y octubre que se comience el ensamblaje porque se requiere cerrar los acuerdos con los posibles inversionistas, que los proveedores construyan las piezas, mientras que se necesitan al menos 120 días desde que se hace la cancelación para que lleguen al país.
Todo este escenario se da en medio de un panorama nada alentador, en el que la nómina ha debido permanecer desde hace más de cuatro meses en sus casas cobrando salario básico, beneficio del que podrían prescindir si se admite en la Inspectoría de Valencia la solicitud de suspensión laboral por 60 días introducida por la firma, cuyo flujo de caja alcanza para cubrir gastos de nómina hasta mayo.
Pese a que en marzo pasado el jefe de Estado, Nicolás Maduro, junto al vicepresidente para el Área Económica, Miguel Pérez Abad, firmó el Plan Nacional de Reactivación de la Industria Automotriz con los presidentes de las ensambladoras con plantas en Venezuela, desde octubre de 2014 no se les adjudica ni un dólar a los proveedores de piezas importadas de las ensambladoras.
Solo 18 mil 300 unidades se ensamblaron durante 2015 entre las siete plantas privadas instaladas en el país, de acuerdo con cifras de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), lo que es igual a 96,28% menos que en 2007, cuando la industria tuvo su mayor pico de manufactura al armar 491 mil 899 vehículos. Desde ese año la caída ha sido progresiva.