Luisana Brito.- Cerca de 10 rústicos de los 30 que conforman la flota de la Línea Unida de La Costa Sucesora que cubre la ruta de Anare, Punta Care, Camurí Grande y Los Caracas en la parroquia Naiguatá, están accidentados por falta de cauchos y baterías.
Esta situación ha traído como consecuencia que los usuarios se queden varados hasta por más de una hora en las paradas esperando por un carro que les permita llegar a su lugar de destino.
Alfredo Rojas, habitante de Anare, señala que ha perdido citas médicas porque los carros no llegan, obligándolo a salir hasta con tres horas de anticipación de su vivienda.
Afirmó que cuando la línea de Anare está colapsada, los choferes de La Costa colaboran con ellos, siempre y cuando no venga tan llenos de pasajeros.
“No sabemos qué hacer para llegar temprano. No hay ni cinco carros trabajando, y eso contando que algunos cumplen la ruta hasta Los Caracas. Cuando es así, debemos esperar más tiempo”.
Jesús Alfredo Merentes manifiesta estar cansado del mal servicio. “Son muy pocos carros para cubrir toda la población de Anare, Punta Care y Los Caracas. El Gobierno no ha hecho nada para tratar de aumentar la flota”.
Dos años esperando por renovación de flota
Santiago Torresglosa, fiscal de la línea, explicó que en el 2014 introdujeron un documento ante Fontur solicitando la renovación y aumento de la flota a fin de ofrecer un mejor servicio. Sin embargo, no han sido beneficiados.
“Nos dicen que no hay carros, que tenemos que esperar. El tiempo pasa y nuestros autobuses no son suficientes para atender a toda la población. Lo único que traen son taxis y nosotros rogando que no se nos dañen porque no tenemos las condiciones para trabajar”.
Destacó que una gran parte se encuentra en malas condiciones de carrocería y asientos. “Se les ha dado mucho uso y llegó el momento de cambiarlos. Soportan agua, sol y continúan rodando”.
Aunque la Alcaldía ha beneficiado a varias líneas con la entrega de cauchos y baterías, nosotros todavía estamos a la espera. “Son trámites bastante lentos y lo que hacemos es perder el tiempo. Queremos que nos den soluciones a corto plazo”.
Otra de las quejas de los choferes es el mal estado de la vía, por lo que hicieron un llamado al presidente de Infravargas, José Manuel Suárez, para que las asfalte.
“Hay muchos huecos y eso lo que hace es debilitar el tren delantero y repararlo cuesta un ojo de la cara. Los cauchos también sufren daños”.LB/jd