La posible salida de Lionel Messi del Barcelona ocupó todas las portadas durante el receso de temporada, pero el lunes por la mañana los titulares fueron para otro futbolista: Ansu Fati.
A pesar de sus 17 años, se espera mucho del delantero. Y de momento no defrauda. Fati brilló con dos goles y recibió una falta penal en la goleada del Barcelona sobre el Villarreal del domingo. Todo en los primeros 35 minutos del partido.
Muchas voces del mundo del fútbol se preguntan cómo será la vida en el Camp Nou cuando Messi se marche. Con el argentino viviendo posiblemente su último año como blaugrana, Fati quizás ha empezado a responder a esa pregunta.
Alineado en la banda izquierda del trío de delanteros, el nacido en Guinea Bissau pero internacional con España, fue un dolor de cabeza para los rivales. Marcó dos goles en los primeros 20 minutos y poco después forzó un penal que Messi anotó.
Lo que quizás resulte más esperanzador para la afición del Barcelona es que la famosa Messidependencia del equipo parece ser mucho menor con el nuevo entrenador, Ronald Koeman, que en otros años. Messi apenas fue clave en los primeros 20 minutos, en los que solo tocó el balón seis veces.
En ese tramo del partido, todo el peso del ataque cayó en Fati. Su ritmo eléctrico, sus pies rápidos y su juego directo causaron un sinfín de problemas a la defensa visitante. Y mostraron que, quizás, hay vida después de Messi.