Para enfrentar la aparición del pez león, que no tiene depredador en estas costas y que puede comer hasta 30 peces en 20 minutos y depositar hasta 30.000 huevos en su etapa de reproducción, un grupo de jóvenes construyen arrecifes artificiales, con materiales reciclados, como vidrio, plástico y otros, a fin de generar un ecosistema que permita la reproducción de especies en las costas del litoral guaireño, que se han visto afectadas por la proliferación de este invasor.
Son estudiantes de Comercio Exterior de la Universidad Marítima del Caribe, en Catia la Mar, que integran el Club de Actividades Subacuáticas (Clubas) de La Guaira y de las prácticas de apnea, pesca submarina, natación con aletas y rugby subacuático quienes dedican parte de su labor a la conservación en la entidad.
Tras la rápida y creciente reproducción de esta especie en el Litoral Central y Los Roques, el grupo construye un mecanismo para generar un ecosistema marino que permita resguardar las especies atacadas por este depredador.
“El pez león es una especie de los océanos Índico y Pacífico y no tiene depredadores naturales en Venezuela para su control natural. Además, la contaminación de las playas arremete en la disminución de más 12 clases marinas en las costas de La Guaira, por eso colocamos botellas en una base y se cubre con cemento para generar un arrecife. Luego las depositamos a 5 o 9 metros bajo el mar”, dijo el apneísta Francisco Cayama.
Los materiales los recolectan en el cauce de la quebrada de La Soublette, ya que su radio de acción está en la parroquia Catia la Mar. Explicó que “con el paso del tiempo el plancton marino se va pegando y van atrayendo algas para formar un arrecife ecológico, donde los peces podrán reproducirse de forma segura”.
Hasta la fecha se han registrado más de 500 avistamientos de peces león y en la región proliferan en las playas de Catia la Mar, Macuto, Arrecife y Tanaguarena, según pescadores de la zona.
Este pez, de la familia Scorpaenidae se refugia durante el día. Crece un máximo de 20 centímetros y su cuerpo tiene aletas con espinas cargadas con tejido glandular venenoso con el que inmoviliza a sus presas y puede causar severas molestias en el cuerpo humano.