Cómo salir de tu zona de confort
La zona de confort nos sitúa en una burbuja que nos protege de lo desconocido e inusual. Por más que te quejes de vivir en estas condiciones, sigues haciéndolo por miedo a perder tu estabilidad. Pero encarar desafíos forma parte de nuestra evolución. Por ello es importante salir de nuestra zona de confort, ya que solo así podemos tener una mejor vida.
Señales de que estás en la zona
• Tu carrera no avanza: Si nunca consigues el tan soñado ascenso o un empleo mejor, puede ser una señal de que te has acomodado un poco. Tal vez no sientas la necesidad de mejorar.
• No te despiertas feliz: Si levantarte por la mañana para ir a trabajar ya no es agradable, esa es una señal de que vives en tu zona de confort.
• No recuerdas la última vez que hiciste algo nuevo: Cuando no nos sentimos desafiados o cuando hacemos lo mismo durante mucho tiempo, es normal que nos acomodemos. Si no te acuerdas de la última vez que enfrentaste una situación desafiante, esa es una muestra de que necesitas salir de la zona de confort y respirar nuevos aires.
• Procrastinas con frecuencia: Cuando no estamos satisfechos con una situación o no nos sentimos desafiados, es muy común que empecemos a dejarlo todo para después. La procrastinación y la falta de acción también son una señal de alerta de que te has acomodado a tu situación actual.
• Tienes miedo al cambio: Si solo pensar en cambios, ya sean radicales o no, te aterroriza, tal vez sea el momento de reconocer que estás en la zona de confort.
Cómo salir de tu zona de confort
Reconoce tus límites
Estamos cómodos en nuestra zona de confort porque nos hemos adaptado de tal forma que nuestros límites no se ven tocados. Pero cuando inicies tu escape comenzarán a revelarse todas tus barreras. Lo primero que debes hacer es reconocerlas, darles su importancia y determinar cómo vencerlas. Acepta que no eres tan perfecto como quisieras, pero reconoce que puedes llegar a donde desees.
Busca compañía
Si hay alguien que comparta ese interés de salir de la zona de comodidad, todo puede fluir más fácilmente. Puede tratarse de un amigo que busque lo mismo o un terapeuta que te dé su punto de vista y te ayude a identificar los cambios que requieres.
Aprende a aceptar
Cuando estamos cómodos nos acostumbramos a que las cosas sean de una determinada forma. Pero cuando decidimos salir nos encontraremos con aspectos que no podemos manejar o controlar. En este caso, es importante que aprendamos a aceptar las situaciones que se nos presentan. Si quieres hacer nuevos amigos, debes aceptar sus características, particularidades y diferencias.
Imagina lo que quieres y trabaja en ello
Cada pequeña acción que llevas a cabo te ayudará a ampliar tu perspectiva. Si tu zona de confort implica ser antisocial y quieres salir de ahí, una pequeña conversación con alguien distinto cada día puede hacer la diferencia. No seas tan exigente, un “buenos días” al vecino hoy y una sonrisa amistosa mañana pueden cambiarlo todo.
Desafíate
Alcanzar nuevas cimas implica hacer cosas que no hemos hecho, y esto puede provocar miedo o inseguridad, al menos al principio. Convierte esas situaciones que te provocan ansiedad en experiencias estimulantes y que nadie te pare los pies. No le llames nervios o inseguridad, llámale «emoción».
Propicia cambios
Busca las situaciones que puedan obligarte a salir de tu zona de confort. Experimenta con aprendizajes que nunca asociarías con tu manera de ser e involúcrate en proyectos que te fuercen a pensar diferente. Si te propones gestionar estos cambios, y estos no son extremos, te volverás más flexible y asumirás mejor la variabilidad y los cambios.
Adelántate a las excusas
Cuando te fijas metas que te resultan incómodas, debes estar preparado para rechazar las excusas que inconscientemente vas a estar buscando. Estas excusas son invenciones cuyo único objetivo es racionalizar la aceptación de la comodidad, así que recuerda lo que te motivó a comenzar y mantente firme.
Medita
Hay hábitos que consiguen mejorar nuestro estado de ánimo y nos liberan de muchas creencias que nos anclan en nuestra zona de confort. Desarrollar un yo espiritual es una de las maneras más prácticas de conseguir un bienestar emocional capaz de acabar con la vida rutinaria. Comienza a probar con la meditación. Consigue en Youtube ejemplos de meditaciones guiadas para que las hagas en casa. Puedes comenzar con sesiones de 10 minutos e ir aumentando paulatinamente.