CÓMO AFECTAN LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS A LA SALUD VISUAL
La sobreexposición de pantallas digitales en una sociedad hiperconectada tiene consecuencias en nuestra salud visual. Del mismo modo que recientemente investigadores apuntaban cómo nuestra vida digital puede llegar a adelantar la aparición de la presbicia, nuevos datos apuntan a que los efectos son ya medibles en niños y adolescentes. En 2020, más del 30% de los niños y adolescentes presentarán miopía como consecuencia del excesivo uso de las nuevas tecnologías.
El abuso de pantallas puede producir vista cansada, miopía y fatiga visual. La presbicia que solía manifestarse a los 45 años se está adelantando, la miopía también y la fatiga visual se produce al disminuir la frecuencia de parpadeo frente a las pantallas de los dispositivos digitales. Si, como media, debemos parpadear en torno a 15 veces por minuto, delante de la pantalla del ordenador, smartphone o tablet este movimiento se reduce a entre 7 y 10 veces por minuto.
Las conclusiones de la ‘OPTOM Meeting Barcelona’ van en ese sentido. La vida digital aumenta la incidencia de trastornos visuales como fatiga y sequedad ocular, dificultades para enfocar, picores, ojos rojos y otras molestias, tanto en adultos como en niños.
Un informe elaborado por el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral de los Estados Unidos alerta de que el 90% de las personas que usan dispositivos digitales más de tres horas diarias desarrollarán síndrome de fatiga visual y se estima que en 2020 más del 30% de los niños y adolescentes presentarán miopía como consecuencia del excesivo uso de estas tecnologías. En el caso de los niños menores de seis años, en los que el sistema visual se encuentra aún en desarrollo, estos datos son particularmente preocupantes.
Luz azul y fatiga visual
La explicación de esta realidad se encuentra en la luz azul que emiten las pantallas de dispositivos móviles como smartphones y tablets y sus efectos en la retina. Especialistas señalan que una acumulación de la exposición a dicha luz constituye un factor de riesgo para desarrollar degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Según datos de estudio reciente realizado por el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña (COOOC), en nuestro país los menores de 30 años pasan 10 horas y media diarias visualizando pantallas; la población entre 31 y 45 años, 9,3 horas; las personas entre 46 y 60 años, 8,3 horas; y, las personas mayores de 60 años, 3,8 horas. Esta sobreexposición en tiempo se combina con el sobreuso de pantallas digitales a cortas distancias. El ojo no dispone de mecanismos de protección suficientes por lo que los especialistas ven una necesidad en limitar el acceso a las pantallas a los niños menores de tres años.
La miopía, una pandemia infantil
La miopía comienza a considerarse la nueva pandemia europea. Cerca de la mitad (47%) de los jóvenes de entre 25 y 29 son miopes. Las tasas de problemas visuales han aumentado drásticamente en una única generación debido al desarrollo de nuevas tecnologías y la disminución de actividades en el exterior. La luz solar estimula la liberación de dopamina en la retina, que regula la forma del globo ocular durante su desarrollo. La luz artificial interrumpe este ciclo, lo que incide en el desarrollo del ojo. Además, la luz de los dispositivos electrónicos puede interrumpir el ciclo de sueño, ya que incide directamente en los ritmos circadianos y en la producción de melatonina.
Cómo proteger nuestros ojos sobreexpuestos pasa por una reducción en la vida digital, el uso de filtros adecuados, buenos hábitos de salud visual y revisiones periódicas. Vision Impact Institute alerta de la importancia del cuidado de la vista en este sentido. Sólo 3 de cada 10 niños menores de 7 años se han sido sometido a un examen visual.
Fuente: positive.varilux.es