María Lourdes Arráez, mlalaverdad@gmail.com.- Para que un equipo técnico de ingenieros verificara las condiciones ambientales del río Naiguatá, los diputados a la Asamblea Nacional (AN) de Vargas, acompañados por el presidente de la Comisión de Ambiente, diputado Julio César Reyes, inspeccionaron la zona donde funciona la cantera.
Aunque no se les quería dar acceso a los espacios, los diputados Milagros Eulate, Juan Guaidó, José Manuel Olivares, César Alonso y Ana Mercedes Aponte hicieron valer sus derechos como parlamentarios para lograr hacer a pie el recorrido de más de cinco kilómetros y así constatar las denuncias hechas por los vecinos.
El diputado Reyes adelanta que el informe que surja del levantamiento topográfico va a llevarse a la plenaria de la AN para hacer un debate público y exigir al Ministerio de Ecosocialismo y Aguas que tome medidas para que no se sigan deforestando las cuencas hídricas.
El diputado Olivares asegura que “el Gobernador está defendiendo su negocio, por eso pone trabas innecesarias para que nadie se entere sobre la devastación del río”.
La diputada Aponte señala que es evidente la violación a la Ley Orgánica del Ambiente por la degradación que se observa en la zona. “El Estado debe salvaguardar a los habitantes de Naiguatá y no exponerlos al peligro, causa extrañeza que se permitan estas actividades que implican un daño inminente a toda la población”.
La diputada Eulate explica que de los ríos depende parte del suministro de agua del pueblo y que los vecinos están en contra de explotar las cuencas sin respetar el equilibrio ambiental “Que le quede bien claro que no vamos a permitir tal explotación si atenta contra el ambiente a corto, mediano o largo plazo”.
La concejal Nancy Requena indica que los diputados acudieron obedeciendo el llamado del pueblo que desde 2013 está en la lucha por recuperar el río. “En 17 años, por primera vez, se movilizan diputados a atender el clamor del pueblo, a elevar sus inquietudes y problemáticas”.
Asevera que no quieren ser inspeccionados porque saben que están cometiendo un crimen ecológico. “Si todo estuviera legal, sin violación, no negarían la inspección que solo pretende detener la explotación salvaje del río”.
Indica que con la generación de empleo mantienen a parte de la gente callada, sacrificando al resto, pero que ya el pueblo se cansó y quiere que le respondan por la pérdida de su río.
Piden parar la cantera
El equipo técnico encabezado por la ingeniera geóloga Mariela Gómez recomienda devolver el cauce original al río, pues modificaron la pendiente y desviaron dos veces el río para hacer el relleno donde funciona la cantera sobre el lecho original.
“Donde están las presas de retención no retiraron el relleno, cuando crezca el caudal se va a desbordar por encima y nada lo va a detener, el material debió ser retirado completamente y no acumularlo en la obra de minimización de riesgo”.
El pueblo rechaza la explotación
Angélica Fagúndez afirma que la cantera es una bomba de tiempo para la población. “Antes, cuando llovía, nos asomábamos al puente para ver si el río venía crecido, ahora lo tienen represado y no veremos a tiempo si crece, no sabremos para donde correr”.
Gustavo Basalo comenta que el ecosistema está devastado y la experiencia de la tragedia del 99 les enseñó que donde había canteras el golpe a la población fue mayor. “Acabaron con un pulmón y patrimonio de Naiguatá, este río nunca dejaba de tener agua ni en las peores sequías, el Gobernador debe indemnizar a los habitantes, en especial a los del Barrio San Antonio”.
Maribel Merola pide a García Carneiro que atienda el ecocidio en la zona, pues están preocupados de que se repita la tragedia de Vargas. “Gobernador lo hacemos responsable de lo que pase en Naiguatá”.