Desolado luce el panorama en mercados populares donde los comerciantes aseguran que las ganancias son mínimas a tal punto que muchos han tirado la toalla y bajado la santamaría. Explican que la inflación ha ido cambiando las prioridades de los clientes, quienes ya no compran ropa sino solo comida.
Henry Ramírez, encargado de Inversiones Pomponio en el mercado Cacique Maiquetía, dice que las ventas han bajado en 95% y que lo máximo que puede vender en una semana son 8 camisas. “Y esa cantidad, porque la gente compra lo barato, hay mercancía por la que solo preguntan y se van. Aquí ya no puedo ni tener ayudante. Tengo compañeros que se han ido porque están descapitalizados”.
Lucy Avendaño destaca que “sí se atraviesan tiempos difíciles, pero seguimos guerreando. Es a lo que nos dedicamos y no podemos rendirnos. De verdad que las ventas son pésimas y al mayor todo está caro. Reponemos mercancía puntual a ver si la gente compra”.
Ni con créditos se pueden reponer
Ramírez asegura que comprar por bultos quedó en el pasado por dos razones: ya no alcanza y 75% de los almacenes de ropa importada están cerrados. “No hay dólares para traer la ropa. Ahorita estamos resolviendo con una que otra prenda peruana y colombiana que logra llegar”.
No menos de Bs. 180.000 se debe invertir en una docena de pantalones ni menos de Bs. 84.000 en una de franelas por lo que los créditos bancarios tampoco son una opción para mantenerse a flote. “Eso alcanza para una docena de camisas y ya. Solo sería aumentar las deudas. Estamos en paro técnico los que vendemos ropa” agrega./MEM/ir