Isaac Morales
12 locales de 36 que hay en el Centro Comercial Jardines Plaza, Catia la Mar, se encuentran cerrados debido a que no pudieron surgir luego de la pandemia por el covid 19, además de los altos impuestos y el bajo poder adquisitivo.
Rosa Pérez, administradora del lugar, indicó que muchos de los comerciantes se fueron porque sus negocios no salieron adelante por varios factores.
“Tenemos 2 locales en el primer piso, unos 9 en planta baja, otros 2 en el segundo piso y al menos unas 4 o 5 peluquerías en los demás pisos, que aún siguen apostando por el estado y por sus clientes”, indicó.
Mencionó que otro de los problemas que presentaron los arrendatarios fue la visita de Seniat, debido a que estos les estaban exigiendo las máquinas fiscales que cuestan entre 800 y 1000 dólares.
“Algunos se encontraban estresados porque no producían ventas y con la visita de este ente muchos decidieron irse de un día para otro. No contaban con los medios para comprar una máquina registradora”. Asimismo, señaló que la compañía Protecnia encargada del saneado sanitario, envía las factura cada vez más caras.
“No se pagaba mucho en electricidad, en un mes se cancelaba entre 300 hasta 500 bolívares, en cambio las facturas por relleno sanitario y aseo eran cada vez mucho más altos”.
Ventas inciertas
La empleada de una peluquería dijo que las ventas son inciertas, pues toma en cuenta que tiene a sus clientes de años y buscan sus servicios de 2 a 3 veces al mes, pero no es algo constante.
“Siempre llega una clienta nueva buscando un secado, planchado u otro servicio, y otros días que no se hace nada. Eso nos vuelve locas a todas aquí, solo que entendemos que la situación no está tan buena”./jd