Bogotá, la capital de Colombia, vive este miércoles una nueva jornada de protestas por tercer día consecutivo contra el aumento del precio del gasoil ordenado por el Gobierno que lidera Gustavo Petro.
Cúcuta y Medellín también tienen bloqueos de transportistas de manera intermitente, según los reportes no oficiales.
Desde el lunes 2 de septiembre se han reportado bloqueos en varias rutas del transporte público en Bogotá y en otras ciudades de Colombia.
Solamente en el primer día de protestas, más de 300.000 usuarios se vieron afectados: la mayoría de ellos no pudieron llegar a sus puestos de trabajos.
El servicio de transporte más usado es el que ofrece el Estado a través de la empresa Transmilenio que reportó un retraso por encima de las dos horas en promedio en cada una de sus rutas.
Suspenden las clases en Bogotá
Ante esta circunstancia, la alcaldía de Bogotá ordenó este miércoles a su trabajadores aplicar el trabajo remoto para todo el personal de esa municipalidad. Además, las actividades escolares fueron suspendidas hasta tanto vuelva la normalidad.
Para el tercer día, nada ha cambiado. Por el contrario, la situación es similar a la del primer día de cierres de calles por parte de propietarios de transporte público y conductores de camiones de cargas pesadas.
Según la Defensoría del Pueblo, “en 13 departamentos se presentan limitaciones al paso de ambulancias, rutas escolares y transporte intermunicipal que afectan a personas de especial protección constitucional. Además, hay riesgo de desabastecimiento de insumos médicos, alimentos, combustibles y gas”.
Los bloqueos persisten de manera intermitentes en las entradas a Bogotá y en las rutas que la conectan con Venezuela, el sur del país y la costa del Caribe.
El precio del gasoil en Colombia aumentó de 2,7 a 3,8 dólares por litro
El aumento del diésel o gasoil que ordenó el Gobierno de Colombia es de 1,1 pues pasó de costar 2,7 a 3,8 dólares por litro.
Tal aumento ocurrió luego de que subiera el valor del dólar de 46 centavos en Colombia. El aumento del costo del diésel está vigente desde el 31 de agosto de 2024.
“El país no se dejará bloquear. El alza del diésel es justo porque sólo se está recuperando el dinero de un subsidio que nunca se debió haber dado”, reaccionó Petro a través de la red social X el 3 de septiembre.
“Dar comida a la gente con hambre y educación a nuestra niñez y juventud nos obliga a equiparar los precios” de ese combustible con los del mercado internacional, agregó el mandatario.
Gustavo Petro asumió una política para desmontar gradualmente las subvenciones a la gasolina y ahora enfila contra las del diésel.
El precio del diésel estaba congelado desde 2020 y es el tercero más barato de la región solo por detrás de Ecuador y Bolivia, según el Ejecutivo.