El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció la entrada en operaciones de un comando de élite de 7.000 militares que perseguirá a los carteles de narcotraficantes y a los grupos guerrilleros ELN y FARC.
Rodeado de helicópteros, tanques de guerra y cientos de soldados, el mandatario describió como «histórica» la creación de esta fuerza. «Nace con el propósito de doblegar, de golpear y de someter las estructuras del narcotráfico y de las amenazas transnacionales ligadas a la explotación ilegal de minerales, al tráfico de especies, de personas y, por supuesto, a cualquier forma transnacional de terrorismo», declaró Duque, desde el fuerte militar de Tolemaida.
El presidente aseguró que el comando perseguirá «sin contemplación» al Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa reconocida en Colombia, bandas de narcotraficantes, así como a exguerrilleros de las FARC que se apartaron del Acuerdo de Paz firmado en 2016. «¡Soldados! Es una lucha moralmente necesaria, moralmente correcta (…) ¡Vamos por la defensa de Colombia!», instó Duque.
La fuerza de élite será comandada por el brigadier general Juan Carlos Correa. «La meta es combatir el narcotráfico por aire, tierra y mar sin tregua», advirtió por su parte el ministro de Defensa, Diego Molano.
Aunque esta vez no se refirió a Venezuela, cuando anunció este comando -el 8 de febrero- Duque aseguró que sus efectivos irían tras «objetivos de alto valor» que encontraron refugio en suelo venezolano con la supuesta complicidad del Gobierno de Nicolás Maduro. El presidente colombiano no mencionó ni ahora ni entonces una acción directa o encubierta en territorio venezolano.
En su momento, el presidente Nicolás Maduro negó las acusaciones y llamó a sus Fuerzas Armadas a limpiar los «cañones de los fusiles» y estar listos para «contestar si Iván Duque se atreve a violar la soberanía» del país. Caracas rompió relaciones con Bogotá en febrero de 2019, luego que Duque reconociera al opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.