La Procuraduría General de Colombia anunció la designación de una Agencia Especial para que investigue la desaparición de 35 venezolanos en la madrugada del 21 de octubre de 2023.
Así lo dio a conocer la procuradora General de la Nación, Margarita Cabello Blanco, luego de reunirse y escuchar el relato del Comité de Familiares y Amigos de Los Migrantes Venezolanos Desaparecidos en Colombia, que está conformado por familiares de víctimas, entre los que se encuentran 17 menores de edad y dos mujeres embarazadas.
Tras la reunión, la jefa del Ministerio Público aseguró que se formularán requerimientos a las diferentes autoridades nacionales y territoriales como, por ejemplo, la Fiscalía General de la nación, la Policía Nacional, Migración Colombia y el Ministerio de Relaciones Exteriores que son las entidades encargadas de recibir las denuncias por desaparición con el fin de conocer el estado de las pesquisas para dar con el paradero de los venezolanos.
“Vamos a apoyar a estas familias en todo, una situación así no puede pasar inadvertida en un país democrático como el nuestro. Debemos activar a todas las autoridades colombianas para que estos ciudadanos regresen con sus familias lo más pronto posible”, comentó la procuradora Cabello Blanco.
Los familiares dieron a conocer detalles de lo sucedido en la madrugada del 21 de octubre de 2023. Según el relato del comité, los migrantes venezolanos llegaron a Colombia provenientes de varios puntos del país vecino.
Ya en San Andrés, los viajantes tomaron una embarcación ilegal, esto luego de varios intentos fallidos por zapar, ese fue el último momento en el que los familiares tuvieron señales de vida de los viajantes, pues, según confirmaron, no volvieron a recibir mensaje alguno de sus seres queridos ni la confirmación de que hubieran llegado a las costas de Nicaragua.
Con el paso de las horas se confirmó lo peor, pues se enteraron de que las personas habían desaparecido sin dejar rastro alguno junto con los tripulantes de la embarcación. Desde ese momento, y sin descanso, se han dedicado a recaudar toda la información posible, como fotos, audios, correos y mensajes de texto que fueron enviados por los migrantes antes de desaparecer, pues consideran que no hubo un naufragio, sino que los viajantes cayeron en redes de tráfico de migrantes.