De costa a costa se pudo observar la gran cantidad de sedimentos que arrastró el aguacero y una vez más se avivó el estrés post traumático en los vecinos, quienes revivieron escenas de la tragedia de 1999.
Carmen Aparicio, vecina de Corapal, manifestó que de las partes altas arrojan muchos desechos y estos finalmente obstruyen la vía principal.
«Los vecinos deben tomar conciencia y las autoridades deben garantizar la recolección para evitar daños mayores».
Eunice Rivas resaltó que Calle Los Baños parecía un río. “Bajó de todo y después tanto la Alcaldía como la Gobernación procedieron a realizar la limpieza”.
Es así como el degradado huracán Gonzalo ya como tormenta tropical mostró la vulnerabilidad de un territorio donde aún falta mucho por hacer en materia de mitigación de riesgos.BR/jd