Inundado de aguas pestilentes se encuentra el iglú 0 del Canes, Catia la Mar, por lo que los refugiados le hacen un llamado al Gobernador, al Alcalde, a Andrés Goncalves y a Marisabel Ribas, encargada de la Misión Vivienda, para que los saquen del lugar y les adjudiquen viviendas dignas, ya que a diario aumentan las personas con infecciones respiratorias.
Edgar Naranjo, padre de las dos niñas enfermas que hace días pedía apoyo, manifiesta que está agradecido por la atención que le dieron a sus hijas, sin embargo, expresa que de continuar viviendo en esas condiciones la salud de las niñas empeorará de nuevo.
“Esto no se aguanta. Todas las aguas negras corren por los pasillos y entra a los cuartos. Las cucarachas se montan encima de los muchachos. Por todo lado, proliferan ratas y ratones. Esto que estamos viviendo es inhumano, por favor Presidente escucha a tu pueblo que muere de mengua”.RR/jd