Luis López
En la bomba la Soublette, Pariata, la cisterna con gasolina llegó a las 10:00 de la mañana, mientras que a la bomba La Guaira, le surtieron después del mediodía.
En la Soublette solo marcaron 57 carros que esperaban desde la madrugada. «Llegué a las 6:00 am y llevo 8 horas esperando y no he surtido, y si tengo suerte compraré 30 litros de gasolina», dijo un adulto mayor que no quiso identificarse.
Otro de los usuarios que llegó un poco más tarde, se vio favorecido porque «la cola se fue acortando, pues hubo gente desde la madrugada y al pasar las 10:00 am., y la cisterna no aparecía, fueron abandonando la cola y yo resistí. «Aquí siempre traen gasolina y se agota rápido a pesar de ser una de las bombas que menos «litraje» le vende a los usuarios. Está más tiempo cerrada que atendiendo a la gente».
A la bomba La Guaira llegaron 23 mil litros de gasolina que surten en su mayoría a los carros de los organismos públicos, al transporte público en horas de la noche y a algunos coleados bajo la excusa de «los manda el ZODI».
En la bomba El Palmar la cola era kilométrica y la venta también comenzó con retraso.