Un gran segmento del cohete chino que regresó este domingo a la atmósfera terrestre se desintegró sobre el océano Índico, anunció la agencia espacial china tras una serie de especulaciones sobre dónde caería el objeto de 18 toneladas.
«Según la supervisión y el análisis, a las 10H24 (02H24 GMT) del 9 de mayo de 2021 la primera etapa del cohete portador Long March 5B ha vuelto a entrar en la atmósfera», informó la Oficina de Ingeniería Espacial china en un comunicado, proporcionando las coordenadas de un punto situado en el Océano Índico cerca de las Maldivas.
La agencia añadió que la mayor parte de este segmento se desintegró y destruyó al entrar en la atmósfera terrestre. Las coordenadas quedarían entorno a las islas Maldivas en el océano Índico, al sur de la India.
El tamaño del objeto, con una masa estimada de entre 17 y 21 toneladas y un tamaño de aproximadamente 30 metros, y la velocidad a la que avanzaba -unos 28.000 kilómetros por hora- motivó la activación de varios de los servicios de vigilancia espacial más importantes del mundo, entre ellos el Pentágono o el Servicio de Vigilancia y Seguimiento Espacial de la Unión Europea (EUSST).
El cohete fue utilizado la pasada semana por China para lanzar al espacio uno de los módulos de su futura estación espacial y fue considerado por los expertos como uno de los mayores trozos de escombros que reentrarían en la atmósfera, y de ahí su vigilancia continuada.
Expertos estadounidenses criticaron que el programa especial chino permitiera el reingreso incontrolado de un cohete tan grande. Esta no es la primera vez que una nave china queda en el punto de mira de servicios de vigilancia de todo el mundo.
En abril de 2018 el laboratorio orbital Tiangong 1, que estaba en desuso desde 2016 y que vagaba sin control por el espacio, reentró en la atmósfera terrestre sobre el océano Pacífico sur.