Lorena Correa, Loreclaverdad@gmail.com.- Desde hace más de tres años, el río de Anare, en Naiguatá, no ha sido desmalezado, por lo que los vecinos piden una jornada de saneamiento, ya que temen que ocurra una tragedia similar a la del 99.
“Cuando llueve fuerte, estamos con el Jesús en la boca y a nadie parece importarle. El jefe civil de la parroquia está al tanto, pero no hace nada”, afirma Ángela Rivas, quien agrega que las aguas servidas desembocan en el cauce y ningún ente se encarga de reparar las cañerías.
Señala que en reiteradas oportunidades han solicitado la colaboración de la Alcaldía para que mande sus cuadrillas a sanear el río, pero hasta la fecha no ha respondido.
Por su parte, Ana Bolívar indica que la acumulación de basura en el afluente pone en peligro a las casas adyacentes, pues cuando llueve el agua entra en las viviendas.
“No es justo que después de tanto tiempo aún no le meten mano, teniendo en cuenta el desastre del deslave. Si llueve como aquella vez, los daños serán mayores porque ahora hay más casas y el cauce está completamente contaminado y lleno de desechos. /ep