Luisana Brito.- El desbordamiento de aguas negras y la falta de desmalezamiento en el río de Anare, en Naiguatá, son la mayor preocupación de los vecinos, quienes manifiestan que desde hace 16 años están a la espera de que Hidrocapital repare las tuberías, pues aseguran que el proyecto ya está aprobado y solo falta que inicien las obras.
Cristian Rivas, explica que nunca han sido beneficiados con el servicio de la hidrológica, y por ello se ven en la necesidad de conectar tomas en el río, y de esta manera cubrir sus necesidades, ya que no cuentan con el apoyo de cisternas.
“El río de Anare está contaminado. Es normal que las tuberías estén colapsadas porque desde hace tiempo no le hacen mantenimiento. Con el agua del río nosotros cocinamos, lavamos y limpiamos. La ingesta de agua sucia produce enfermedades estomacales, y ya hay niños con estas afecciones. Muchas veces vienen los turistas a bañarse en el río y salen con ronchas en la piel”.
Soraya Estévez, expone que con la llegada de las precipitaciones la situación empeora, ya que las aguas se quedan estancadas y se meten para las viviendas, ocasionando daños a la línea marrón, por ello hace un llamado a Hidrocapital a fin de que agilice los trabajos.
“Comenzaron las lluvias y con ello nuestro calvario. Los criaderos de zancudos son inevitables y quienes más sufren son los niños. Hay mal olor y roedores por todos lados”. LB/ar