Sin más detalles, el comunicado señala que “siguiendo una revisión periódica de riesgos de clientes venezolanos de su casa matriz, Citibank N.A., decidió discontinuar la banca de corresponsalía y los servicios de ciertas cuentas en los Estados Unidos“.
La noche del lunes 11 de julio, el Presidente anunció que el “banco estadounidense, con el cual pagamos en 24 horas todas las cuentas que necesita pagar el país para las transacciones en Estados Unidos y en el mundo, y el Citibank, sin aviso (…) dice que en 30 días le va a cerrar la cuenta al BCV y al Banco de Venezuela”.
Sin embargo, el banco respondió que “esta decisión no implica de ninguna manera un menor compromiso con Venezuela, país al que hemos servido por casi 100 años”, e inmediatamente aseguran que establecerán un “diálogo con el Gobierno” con el que esperan “poder resolver sus preocupaciones”.
Esta suspensión de operaciones a “ciertas cuentas se da después de que la estadounidense Kimberly Clark también anunciara la suspensión de sus operaciones en el país, y posterior al anuncio de ocupación de la empresa por parte del Gobierno.
“¿Ustedes creen que nos van a detener activando un bloqueo financiero? No, señores, a Venezuela no la detiene nadie. Con Citibank o sin Citibank, nosotros vamos. Con Kimberly o sin Kimberly, Venezuela va”, increpó el jefe de Estado venezolano.